Los programas de vacunación ahorran 5 veces más que la cloración del agua

Con las vacunas el bien común debe de estar por encima de decisiones individuales
Con las vacunas el bien común debe de estar por encima de decisiones individuales

Las vacunas infantiles actuales, consideradas en su conjunto, ahorran más de 5 euros en  costes directos y 17 euros en costes indirectos por cada euro invertido.

Los programas de vacunación ahorran 5 veces más que la cloración del agua

Las vacunas infantiles actuales, consideradas en su conjunto, ahorran más de 5 euros en  costes directos y 17 euros en costes indirectos por cada euro invertido.

La salud contribuye al crecimiento económico de un país. En concreto, las vacunas juegan un papel fundamental en la prevención de enfermedades infecciosas y contribuyen de forma decisiva en la sostenibilidad del sistema sanitario, llegándose a considerar una de las intervenciones clave en salud pública por su capacidad de proteger la salud de la población y contener el gasto sanitario que genera la población enferma.

Sin bien, los programas de vacunación generan ahorros 5 veces superiores a otras medidas preventivas como la cloración del agua, de la desinversión en dichos programas se derivan costes económicos, sociales y asistenciales, tal y como se pone de manifiesto en el informe “El valor económico de la vacunación, ¿por qué la prevención es riqueza?”, elaborado por Sanofi Pasteur MSD, compañía europea líder en vacunas, y presentado en el marco de la VII reunión internacional sobre biotecnología, Biospain 2014.

Contribución a la sostenibilidad del sistema sanitario

Las vacunas se revelan como medida coste-efectiva y como palanca eficaz para lograr la sostenibilidad del sistema sanitario. En términos generales, por cada euro invertido en vacunas se ahorran entre 4 ó 5 euros de costes directos (costes relacionados con el tratamiento de las enfermedades que previenen).

En el caso de las vacunas infantiles actuales, consideradas en su conjunto (difteria, tétanos, tos ferina, Hib, poliomielitis, sarampión, parotiditis, rubéola y Hepatitis B), el Sistema Nacional de Salud alcanza ahorros superiores a 5 euros en costes directos y a 17 euros en costes indirectos por cada euro invertido en ambos casos.

La industria de las vacunas contribuye de manera esencial al desarrollo de la economía europea a través de su inversión en I+D y la generación de empleo. El 80% de la producción mundial de vacunas se concentra en Europa, y más del 60% de las fábricas de producción de los 32 principales productores de vacunas se encuentran en la zona euro.

Las vacunas son productos biológicos complejos y altamente sofisticados que requieren de un largo y costoso proceso de producción. En el desarrollo de una vacuna se emplean hasta 33 meses y más de 500 millones de euros.

   

Beneficios en salud

Además de los beneficios directos que reportan los programas de vacunación, cabe destacar los beneficios indirectos resultantes de la pérdida de productividad, absentismo laboral y/o discapacidad, entre otros.

Es importante destacar que el coste de la enfermedad no sólo recae en el paciente, sino también en sus familiares, cuidadores, y en la sociedad en general. En términos generales, entre el 11% y el 61% de los padres con niños con gripe causa baja en su puesto de trabajo entre 1 y 6 días para poder cuidarlos.

Otros logros alcanzados gracias a la vacunación son la reducción del número de muertes prematuras, la disminución del absentismo laboral y el consumo de fármacos, o el evitar discapacidades y/o problemas de fertilidad, entre otros.

Sin duda, para poder garantizar el suministro de vacunas en un  mercado con un incremento constante de la demanda requiere de un marco estable que permita a las  compañías fabricantes mantener los niveles de inversión y producción actuales evitando con ello desabastecimientos tan alarmantes como los acontecidos esta semana.

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