El presidente de Guatemala, tranquilo ante las acusaciones de corrupción

Otto Pérez Molina durante su mensaje a la Nación. / guatemala.gob.gt
Otto Pérez Molina, presidente de la República de Guatemala, durante su mensaje a la Nación. / guatemala.gob.gt

En un mensaje a la Nación, Otto Pérez Molina ha declarado sentirse tranquilo y ha negado cualquier vinculación con actividades ilegales y haber recibido dinero de las mismas.

El presidente de Guatemala, tranquilo ante las acusaciones de corrupción

En un mensaje a la Nación, Otto Pérez Molina ha declarado sentirse tranquilo y ha negado cualquier vinculación con actividades ilegales y haber recibido dinero de las mismas.

El presidente de la República de Guatemala lleva bajo la sombra de la sospecha de la corrupción muchos meses ya. Una comisión investigadora reveló que hay elementos suficientes para suponer que el presidente de Guatemala y varios cómplices recibían sobornos a cambio de reducir los impuestos de compañías importadoras.

Desde el mes de abril, miles de ciudadanos guatemaltecos han participado en manifestaciones pidiendo la dimisión de Pérez Molina, quien termina su mandato el 14 de enero.

El presidente siempre se ha declarado inocente y así lo ha vuelto a hacer en un mensaje dirigido a la Nación.

El presidente Otto Pérez Molina afirma en este mensaje que encabezará su gobierno hasta concluir su mandato, niega de manera enérgica cualquier vinculación con los ilícitos en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y exhorta a los guatemaltecos a defender la democracia.

“Declaro categóricamente que rechazo mi vinculación a las actividades ilegales denunciadas en la SAT, y niego en forma terminante los señalamientos de haber recibido dinero alguno de esa operación de defraudación aduanera”, enfatiza el mandatario en su mensaje.

“Mi conciencia en ese sentido, está tranquila. Daré la cara y demostraré frente a la institucionalidad que en ley corresponde mediante el debido proceso, que no he sido parte y mucho menos receptor de esos fondos mal habidos en perjuicio del pueblo de Guatemala”, asevera en el mensaje transmitido la noche del domingo 23 de agosto por la radio y la televisión a nivel nacional.

El mandatario resalta que “con la misma fortaleza y carácter con que niego mi vinculación, no puedo dejar de reconocer que esto ha acontecido en mi gobierno y por funcionarios cercanos o a los que designé. Esto me obliga a pedir una disculpa pública y a decir lo que nace desde el fondo de mi corazón: a pedir perdón a los guatemaltecos”.

Afirma que “los acontecimientos recientes han producido un sentimiento generalizado de descontento y protesta social, que han movilizado a diferentes sectores de la sociedad guatemalteca en la ciudad y en el interior del país, con la demanda de reformas a diferentes leyes y a la depuración de la clase política y de los tres poderes del Estado”.

Considera que “ignorar las demandas manifiestas de la población en su ejercicio ciudadano, expresado en la coyuntura actual a nivel nacional, es un alto riesgo. El fin superior –apuntó el mandatario- es resguardar la institucionalidad y avanzar en las transformaciones urgentes en lo político, legal y administrativo”.

“La indignación ciudadana se focaliza sin duda en que el erario público sea visto como un botín del cual se aprovechan funcionarios y autoridades inescrupulosas”.

En el sentido anterior, puntualiza, “el viernes, el Ministerio Público y la CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala) hicieron señalamientos graves que pretenden vincularme con el caso conocido como La Línea y solicitaron un antejuicio contra mi persona. Es más, me sitúan como la cabeza de la estructura”.

“Declaro categóricamente que rechazo mi vinculación a la misma y el haber recibido dinero alguno de esa operación de defraudación aduanera”, indicó el gobernante, quien enfatizó que “mi conciencia en ese sentido, está tranquila”.

Dijce entender la lógica de los fiscales, pero también pidió que “comprenda todo el pueblo de Guatemala que no hay una línea, son dos, y hasta ahora ha aparecido la que recibe pero no la que paga, sin duda enraizada en el sector empresarial y que espero pronto aparezca en toda su magnitud, dado que las mismas investigaciones señalan su carácter histórico”.

“Y con la misma fortaleza y carácter con que niego mi vinculación, no puedo dejar de reconocer que esto ha acontecido en mi gobierno y por funcionarios cercanos o a los que designé. Esto me obliga a pedir una disculpa pública y a decir lo que nace desde el fondo de mi corazón: a pedir perdón a los guatemaltecos”, dice el presidente Pérez Molina.

Por su parte, la vicepresidenta Roxana Baldetti renunció a su puesto en mayo, poco después de que las autoridades dieran a conocer su presunta participación en la red de corrupción. Este mes de agosto fue detenida, pero se ha declarado inocente de los cargos en su contra.

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