El poder del voto marca la recuperación del PSOE, un camino iniciado en Galicia
Las primarias no son un punto de llegada, son el de partida para un nuevo modelo de organización basado en la participación y la transparencia, en la que Galicia fue pionera.
Este martes conocimos la decisión de la Presidenta de Andalucía de no presentarse a las elecciones primarias socialistas para la elección de Secretario/a General del PSOE. Durante los últimos días se sucedieron multitud de opiniones, alabanzas y peticiones de dirigentes del Partido Socialista que, sutilmente, combinaban la importancia de que votasen por primera vez los militantes en la elección de Secretario/a General, con la conveniencia de que no hubiese más que un candidato. Tal incoherencia queda resuelta con la decisión de Susana Díaz que, con mucho mejor criterio que sus "animadores", demuestra conocer bien a la militancia de este partido y sabe que sí se presentaba tenía que ser con absoluta dedicación y dispuesta a renunciar a la enorme tarea de presidir Andalucía.
¿Qué hubiese pasado si en vez del modelo "un/a militante, un voto", hubiésemos celebrado un congreso convencional con voto delegado? Por lo de pronto, está contrastado que Madina dijo que solo se presentaría si era con la fórmula que permite votar a los militantes. Carme Chacón se descartó de cualquier opción que no fuesen primarias abiertas, y Sánchez no se posicionó. Es decir, con los datos que tenemos hoy, el sistema de elección fue fundamental para que llegásemos a la situación en que nos encontramos.
Pero, sobre todo, el modelo de elección directa va a decidir en gran parte quién va a ser el o la nueva secretaria general del PSOE. Cuando hace meses los socialistas gallegos abrimos la vía para que la militancia participase de forma directa en la elección de la secretaría general socialista, sabíamos que estábamos marcando un camino que no tenía retorno, un nuevo concepto de participación y transparencia, acorde con la sociedad en la que nos toca vivir.
Todo parece indicar que los primeros efectos del voto directo se están dejando sentir en una organización como la nuestra que está viviendo sus horas más bajas. Conseguir implicar a la militancia, lograr una gran participación, conseguir en definitiva que cada militante sepa que su voto es el grano de arena necesario para construir el futuro de Partido Socialista, es un primer paso para el largo camino que tenemos que recorrer buscando recuperar la confianza de esos millones de ciudadanos que nos han dado la espalda. Las primarias no son un punto de llegada, son el punto de partida para un nuevo modelo de organización basado en la participación y la transparencia, en la que Galicia fue pionera. @mundiario
