El presupuesto no fomenta la actividad económica ni propicia un nuevo modelo productivo
Tampoco fomenta el crédito a las pymes y no reduce “la grasa” del Estado, es decir, los gastos improductivos de las tres administraciones públicas. Sus previsiones de ingresos son arriesgadas.
Tampoco fomenta el crédito a las pymes y no reduce “la grasa” del Estado, es decir, los gastos improductivos de las tres administraciones públicas. Sus previsiones de ingresos son arriesgadas.
Los Presupuestos Generales del Estado contienen una relación exhaustiva anticipada de los ingresos totales y gastos totales correspondientes al siguiente año, pero no son solamente una relación, también son una propuesta del gobierno para cumplir unas metas o establecer unas prioridades. Ahora bien, ¿se piden responsabilidades al Gobierno si no cumple lo establecido? No parece así a la vista del incumplimiento año tras año. El Gobierno supera los gastos presupuestados y tiene que emitir más Deuda Pública, lo que supone pagar más intereses de la deuda. El Gobierno parte de su estimación macroeconómica para el 2015:
El PIB de 1.049.181 millones de euros se estima crezca un 2.0%. El consumo crecerá el 2.1% sobre 595.000 millones de euros, si no se produce, no hay crecimiento. Las exportaciones aumentarán del 3.6 al 5.2%. El paro bajará del 24.5 al 22.9%. Supone crear en dos años 622.000 empleos. Unas estimaciones consideradas tremendamente optimistas pensando además que la UE puede entrar en recesión en el 2015, según indican el FMI, la OCDE y el BCE.
Para cumplir su meta, el Gobierno presenta el siguiente presupuesto, expresado en millones de euros:
Vemos que la recaudación tributaria en el IRPF es algo menor. El Impuesto de Sociedades aumenta, pero sobre todo se estima que el IVA recaude casi 6.000 millones más. Claro que para ello tiene que aumentar el consumo familiar. Pero los salarios de funcionarios se congelan. A los pensionistas se les subirá un 0.25% (supone como mucho 2 euros/mes). Así será difícil que el consumo aumente.
> Alarman los intereses de la Deuda, 35.490 millones de euros (100 millones al día), mucho más que los 25.300 millones del gasto por desempleo.
> La Inversión será de 9.470 millones de euros, de los que el 43% será para el AVE.
> El Déficit Público propuesto es -4.2%, lo comprometido con la UE. Esto supone un incremento de la Deuda Pública de 47.000 millones de euros, que rompe el compromiso del presidente Rajoy (dicho continuamente) de que “no se puede gastar lo que no se tiene”. Deuda que pasará al 100.3% del PIB, un 40% más que con el presidente Zapatero. Hay que captar 242.766 millones de euros, 665 millones al día. España ostenta el dudoso honor de ser el segundo país con más deuda externa del mundo: 1,15 billones de euros (debe a los bancos del exterior).
> Este presupuesto no fomenta la actividad económica ni propicia un nuevo modelo productivo. Tampoco fomenta el crédito a las pymes y no reduce “la grasa” del Estado, es decir, los gastos improductivos de las tres administraciones públicas.
> El modelo económico buscado es para pagar los intereses de la deuda. Pagar primero que nada a los prestamistas: bancos alemanes y franceses. Débitos como consecuencia del latrocinio llevado a cabo en cajas y bancos a los que se ha tenido que rescatar. Más los gastos en autopistas y aeropuertos innecesarios. Todo a costa del sufrido bolsillo del contribuyente presente y futuro. Son los que pagarán la enorme Deuda Pública. Se está destruyendo el Estado.