Peña Nieto centra la protesta de un México herido por la desaparición de los estudiantes

Manifestación en Ciudad de México . / Julio Paradela Torices
Manifestación en Ciudad de México . / Julio Paradela Torices

En México se respira un ambiente de indignación fruto del cúmulo de incompetencias mostradas antes, durante y después de la investigación gubernamental sobre los normalistas desaparecidos.

Peña Nieto centra la protesta de un México herido por la desaparición de los estudiantes

En México se respira un ambiente de indignación fruto del cúmulo de incompetencias mostradas antes, durante y después de la investigación gubernamental sobre los normalistas desaparecidos.

Este jueves 20 de noviembre, aniversario de la revolución mexicana, no fue motivo precisamente de celebración en la Ciudad de México, sino más bien de tristeza. Tres marchas multitudinarias de ciudadanos se manifestaron en solidaridad con los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos. Resultó relevante el grado de involucramiento de la gente. Hasta los oficinistas de la emblemática Avenida Paseo de la Reforma, que son víctimas de las manifestaciones que triplican el tiempo de regreso a casa, se solidarizaron con la causa, uniendo sus corbatas a través de dicha Avenida.

Llama la atención como el mexicano que solo se queja de los males que padece el país, pero sin hacer nada --"al fin que todos acaban robando…", suele decirse en el D.F.--, ahora se muestra más participativo. De hecho, este jueves se vio gente de todos los estratos sociales en las marchas.

Una gran movilización social

La gran movilización concluyó en el Zócalo del Centro Histórico de la Ciudad de México, con un enfrentamiento entre la policía local y federal y unos pequeños grupos de anarquistas, que la población desconoce a que intereses responden y por quien están financiados.

El Gobierno del presidente Peña Nieto no comenzó con buen pie. Primero le cuestionaron su arribo al poder, con la compra masiva de votos regalando tarjetas de una tienda de supermercados. Posteriormente ocurrió la matanza de Tlatlaya, en donde militares después de un enfrentamiento a balazos ejecutaron a 15 personas que se encontraban en una bodega en donde se registró el tiroteo.

Las reformas de corte neoliberal tampoco le trajeron muchas simpatías al presidente Peña. Y por último su gobierno no puede dar una respuesta convincente a la desaparición de 43 estudiantes normalistas del estado sureño de Guerrero.

En México se respira un ambiente de enojo e indignación entre la gente, fruto del cúmulo de complicidades e incompetencias mostradas antes, durante y después de la investigación de la desaparición de los normalistas por parte del Gobierno.

Se acercan las elecciones...

Entre tanto, se avizoran elecciones en el horizonte de 2015. México renovará todo su congreso conformado por 500 diputados. Para su  desgracia los tres grandes partidos políticos del país cargan su sambenito.

> El PRI trae el desgaste de 2 años de gobierno, que si bien ha impulsado el plan de reformas más ambicioso que haya habido en México en varias décadas, no ha podido controlar la violencia que heredó del sexenio pasado.

> El PAN, partido de derechas, gobernó al país durante dos sexenios, y tiene el “mérito“ de que su expresidente Felipe Calderón comenzó una guerra contra el narcotráfico, sin medir las consecuencias de la misma. México es un país corrompido en todas las esferas gubernamentales, y en particular, en la rama más débil que es la municipal. Claro ejemplo de ello, el expresidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, supuesto autor intelectual de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas.

> El PRD, partido de izquierdas que resultaba la esperanza para algunos mexicanos de un cambio de rumbo para mejorar, llegará muy cuestionado a las elecciones. Entre otras razones, porque el nefasto narco alcalde de Iguala emanó de sus filas, y el exgobernador de Guerrero que cayó por su incompetencia en actuar oportunamente en la desparición de los estudiantes, también llegó al poder como candidato perredista.

Dos guerras de Vietnam

Para dimensionar la tragedia que ha vivido esta nación norteamericana, el Secretario de Gobernación (ministro del Interior) reconoció en febrero pasado la muerte de 70.000 personas, solo en el sexenio pasado. A esa cifra hay que sumarle la de desaparecidos (más de 27.000 personas según la misma Secretaría de Gobernación tan solo en el sexenio pasado ). Esto es más de 97.000 personas, las cuales rebasan las 100.000 sumando los asesinatos y desapariciones de los últimos dos años de sexenio peñista…

En Vietnam, 58.000 hombres perecieron. México lleva ya casi dos guerras de Vietnam en coste de vidas humanas… Y a todo esto no se le ve el final, por no decir que el país es más inseguro que hace unos pocos años.

Enrique Peña Nieto, presidente de México, del PRI.
¿Está Peña Nieto ante una guerra perdida?
El gobierno peñista sigue empeñado, valga la redundancia en este caso, en seguir con una guerra perdida, con un costo altísimo en vidas humanas, extorsiones que borran lugares del mapa y desincentivan la inversión y el crecimiento económico, etcétera.
El mexicano observa estupefacto como en Estados Unidos hay ya 5 estados que legalizaron la marihuana. En 2016 California votará y de ganar la legalización sería el peor de los mundos: la droga cultivándose en Estados Unidos, para pasar ilegal a México, donde está prohibida
Muchos creen que si no es legalizando las drogas, no se ve solución al monstruo de las mil cabezas que es el narcotráfico. Y si no es ahora, ¿cuándo?. ¿Cuánta gente más tiene que morir para que el gobierno insensible de México actúe y cambie el rumbo…?

 

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