¿Un panorama macroeconómico real o una estrategia de marketing preelectoral?

El ministro de Economía, Luis de Guindos.
El ministro de Economía, Luis de Guindos.

La preocupante acumulación de la deuda pública y privada y el contraste con el mensaje del optimismo financiero, provoca una llamada  necesaria a la reflexión.

¿Un panorama macroeconómico real o una estrategia de marketing preelectoral?

La preocupante acumulación de la deuda pública y privada y el contraste con el mensaje del optimismo financiero, provoca una llamada necesaria a la reflexión.

Cuando hablamos de competitividad empresarial en un contexto internacional, tratamos de analizar objetivamente escenarios con la finalidad obtener datos de calidad con los que acometer nuestro proceso de toma de decisiones estratégicas.

Sin embargo, cuando hablamos en términos macroeconómicos relativos a la gestión pública, a pesar de los indicadores – alguno de ellos de cuestionable fiabilidad-, las lecturas arrojadas por  las partes interesadas invitan a la reflexión. Este último mes se ha visto amplificado un mensaje recurrente, al más puro principio goebbeliano, que reza “La economía va bien, nos hemos recuperado y somos el país europeo con mayor previsión de crecimiento”.

Como ya sabemos, un indicador tan importante como la deuda pública puede expresarse en unidades monetarias o como porcentaje sobre el PIB. En los últimos años en nuestro país hemos pasado de una deuda de 649.259 millones de euros en 2010 (60,10% del PIB),  a 890.978 millones en 2012 (84,40%) y 1.022.857 millones de euros en 2014 (97,70%). El  año 2015 comenzamos con 96,17% y en el segundo trimestre aumentó 7.804 millones hasta 1.053.996 € (99,50%), es decir un aumento de 41.401 millones de euros con respecto al primer trimestre del 2014. Los datos de Agosto de 2015 arrojaban 1.050.497 millones. En conclusión, llevamos años de severo endeudamiento y emisión de deuda a precios de saldo. Por otro lado, uno de los indicadores más importantes como las cifras de empleo evidencian un  fracaso en la política de empleo.

Evolución de la deuda pública.

Mark Twain aseveraba “Existen tres tipos de mentiras, la mentira, la maldita mentira y las estadísticas". En nuestro país tenemos una tendencia natural a esperar a tener la cuestión encima de mesa y no nos caracterizamos por la capacidad de previsión, de identificación del problema antes de su materialización.

Con las elecciones en el horizonte, en breve comenzará el preceptivo baile de números, ratios, diagramas a todo color para la cámara y noticias emanadas de medidas electoralistas. Recordemos la gestión de  Zapatero con el Plan E, aquella caricatura de New Deal, con la finalidad de dinamizar una economía en crisis a base de gasto público, de un dinero que no teníamos, para obras que no necesitábamos.

En esta línea propositiva se está proyectado un mensaje de recuperación con datos del INE que indican que el producto interior bruto (PIB) creció un 1% en el segundo trimestre del año con respecto al primero, es decir, la tasa más alta desde finales de 2007.  Este panorama macroeconómico casi idílico ¿A qué es debido?. ¿Un éxito de la gestión?. En parte al motor que es el consumo de las familias -algo que suele ser normal el segundo trimestre-, pero casi todos los indicadores apuntan hacia una tendencia al incremento del gasto público en inversiones, es decir, lo habitual al final de la una legislatura. Por otro lado, no podemos pasar por alto un dato tan relevante como que  el sector exterior se está viendo favorecido notablemente por la caída del euro y del precio del petróleo.

Evolución PIB

La agencia estadounidense de calificación crediticia revisará en breve su rating de España y, por otro lado, tenemos a auténticos lobbies internacionales como Moody´s jugando con sus previsiones al alza, después de que Standard & Poor´s subiese la calificación para España desde BB hasta BBB+ hace dos semanas. A todo ello cabe sumar que recientemente, el 15 de Octubre para ser exactos, el ministro Luis de Guindos anunció  que las emisiones netas del Tesoro serán de 7.000 millones menos de lo que se proyectó al inicio del mes anterior, por lo que se podrá cumplir con el objetivo del déficit del 4,2 % del PIB. ¿Estrategia ya prevista en la aprobación de datos sobredimensionados?.¿Es debido a excelsa  gestión, casualmente, al final de la legislatura?. Recordemos  que esta acción la permiten la buena marcha de los ingresos tributarios.

Ante todas estas realidades incómodas -sumado a la vulnerabilidad del actual sistema financiero mundial, debido al elevado apalancamiento de muchas economías de peso - las dudas que me asaltan son ¿Hemos aprendido algo?.  ¿Hemos ganado simplemente tiempo a costa de pasar por el aro de los lobbies económico-financieros internacionales?. ¿Seguimos siendo igual de vulnerables?. El BCE antes o después subirá los tipos de interés. ¿Cómo nos afectará esto?.¿Se han establecido mecanismos de control adecuados o sólo se ha jugado con los recortes, subidas de impuestos directos e indirectos y la emisión de deuda pública hasta cotas insospechadas para financiarnos, bajar primas y ganar tiempo?. ¿La economía española va realmente bien?. ¿Serán meras estrategias de marketing  político y un uso propagandístico de los medios del estado y adláteres del poder para lograr el voto?.  Demasiadas dudas.

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