Odessa: de las escaleras del acorazado Potemkin a la nueva Rusia imperial

Hace unas semanas, Putin se visti&oacute; de zar y utiliz&oacute; el termin&oacute; Novorossiya para referirse a &ldquo;La nueva Rusia&rdquo;. Por su cabeza seguro que pasaban los a&ntilde;os de esplendor imperial de Pedro I o Catalina la Grande. La expansi&oacute;n territorial rusa tiene una hoja de ruta&hellip; y tiene antecedentes hist&oacute;ricos. Novorossiya incluye desde la frontera este de Rusia hasta la frontera oeste de Moldavia (el territorio de Transnistr&iacute;a) pasando por la pen&iacute;nsula de Crimea. Ciudades como Donetsk, Odessa, Dnepropetrovsk, Lugansk&hellip; fueron transferidas a Ucrania cuando el pa&iacute;s se integr&oacute; en la URSS en 1922 y ahora, casi un siglo despu&eacute;s, Putin pretende recuperar invocando su &ldquo;alma rusa&rdquo;. La divisi&oacute;n ling&uuml;&iacute;stica existe y el ruso es la lengua m&aacute;s usada en la zona pero otra cosa es el sentimiento prorruso&hellip; En Crimea el 96% vot&oacute; a favor de la adhesi&oacute;n en un refer&eacute;ndum; en Odessa apenas un 7% cree que ser&iacute;a una buena idea volver a integrarse en Rusia, seg&uacute;n una encuesta del Instituto de Sociolog&iacute;a de Kiev. &iquest;Otra vez el tel&oacute;n de acero? Odessa era una ciudad comunista provinciana que, tras la desintegraci&oacute;n de la URSS en 1991, se convirti&oacute; en el puerto m&aacute;s importante del Mar Negro. Dicen que el cambio le sent&oacute; bien: la industria qu&iacute;mica y metal&uacute;rgica convive con un importante puerto con flota naval y pesquera. Tiendas, bancos y restaurantes ocupan los bajos de los edificios. Ahora, Odessa es una ciudad cosmopolita, con poso hist&oacute;rico y con una calidad de vida parecida a la de cualquier urbe mediterr&aacute;nea que ha visto como la inestabilidad ha ido aumentando en los &uacute;ltimos d&iacute;as. El asalto a la sede del Ministerio del Interior acab&oacute; con 127 detenidos y los enfrentamientos callejeros causaron 36 muertos en el incendio de la Casa de los Sindicatos. Al parecer, muchos prorrusos se refugiaron en el edificio al verse acorralados por los proucranianos, entre los que figuraban muchos hinchas radicales de f&uacute;tbol. El clima es de m&aacute;xima tensi&oacute;n porque una parte de la poblaci&oacute;n reprocha a la polic&iacute;a que no actuara para evitar el lanzamiento de c&oacute;cteles molotov y artefactos explosivos contra el inmueble. Lugansk y Donetsk, &iquest;independientes? La polarizaci&oacute;n social avanza en Odessa y en Ucrania. Hace unos meses pocos imaginaban este escenario. Y pocos cre&iacute;an que iban a tener que decantarse por &ldquo;mam&aacute; Rusia&rdquo; o &ldquo;pap&aacute; Occidente&rdquo; en un refer&eacute;ndum que, finalmente, ha cuantificado los sentimientos en el Este del pa&iacute;s: el 96% de los votantes de Lugansk y el 89% de los de Donetsk apoyaron este domingo la autodeterminaci&oacute;n de las regiones m&aacute;s pr&oacute;ximas a Rusia. Kiev ha calificado la consulta como &ldquo;una farsa&rdquo; y la Uni&oacute;n Europea ha destacado la ausencia de controles y garant&iacute;as de transparencia en el proceso. Mientras, Putin observa con ambig&uuml;edad calculada la evoluci&oacute;n de los acontecimientos. El &uacute;ltimo: el anuncio de la autoproclamada Rep&uacute;blica de Lugansk de que no votar&aacute; en las elecciones presidenciales de Ucrania del pr&oacute;ximo 25 de mayo. Casi 100 a&ntilde;os de las escaleras de Odessa &ldquo;Libertad para los h&eacute;roes de Odessa&rdquo; o &ldquo;ni olvidamos ni perdonamos el sangriento 2 de mayo&rdquo; son algunas de las proclamas que los prorrusos han escrito en los muros de una ciudad que Sergei Eisenstein situ&oacute; en la historia del cine. El cineasta dirigi&oacute; en 1925 &ldquo;El acorazado Potemkin&rdquo; bas&aacute;ndose en unos hechos reales ocurridos el domingo 9 de enero de 1905. Los marineros del buque se rebelaron contra sus mandos debido a las p&eacute;simas condiciones en las que estaban a bordo. Los amotinados fueron recibidos en el puerto con v&iacute;tores. La poblaci&oacute;n se solidariz&oacute; con ellos. El zar Nicol&aacute;s II, que ve&iacute;a c&oacute;mo el descontento social crec&iacute;a y que cada vez eran m&aacute;s frecuentes huelgas y levantamientos, orden&oacute; al ej&eacute;rcito disolver a sangre y fuego la marcha de los obreros hacia el Palacio de Invierno. Los hechos no ocurrieron en la escalera de Odessa pero el dato hist&oacute;rico sucumbe, en este caso, ante el arte de Eisenstein. Tras la muerte en 1918 del &uacute;ltimo miembro de la dinast&iacute;a Romanov, los bolcheviques vieron en el cine el medio perfecto para adoctrinar a las masas en un nuevo r&eacute;gimen. El cineasta subraya la brutalidad de las tropas zaristas en siete minutos. Utiliza el montaje y la m&uacute;sica para hacer al espectador part&iacute;cipe del episodio, despertar emociones y persuadir. El dramatismo de los primeros planos y la secuencia del carrito de beb&eacute; han sido homenajeados por directores como Hitchcock, Coppola o Brian de Palma en &ldquo;Enviado especial&rdquo;, &ldquo;El Padrino&rdquo; y &ldquo;Los intocables&rdquo;. El &ldquo;domingo sangriento&rdquo; de 1905 fue uno de los acontecimientos que derivaron en la revoluci&oacute;n rusa de 1917. El &ldquo;sangriento 2 de mayo&rdquo; que hoy invocan los prorrusos en las pintadas de Odessa forma parte ya de una guerra civil que pocos siguen negando. Eso s&iacute;, las elecciones del 25 de mayo desvelar&aacute;n, por un lado, el grado de fragmentaci&oacute;n del pa&iacute;s y, por otro, si Ucrania camina hacia un Estado federal. En ese caso, Rusia tendr&iacute;a como aliada las zonas rus&oacute;fonas que se han opuesto a la entrada en la Uni&oacute;n Europea. Una cuesti&oacute;n que, cabe recordar, est&aacute; en el origen del conflicto.