Madrid anuncia que la consulta ya convocada por Artur Mas no se va a celebrar

Con el presidente Rajoy de regreso de su viaje a China, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, decidió explicar la hoja de ruta del Gobierno frente al desafio soberanista catalán.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha convocado oficialmente este sábado la consulta de independencia, que en teoría debería tener lugar el 9 de noviembre, y que el Gobierno de España recurrirá. Por tanto, Artur Mas convoca la consulta y llama a los catalanes “a decidir su futuro” el 9-N, según estaba previsto. Sant Jordi y un bolígrafo catalán fueron los símbolos del acto de la firma, revestido de solemnidad.

Por tanto, la ley de consultas ya ha entrado en vigor con su publicación oficial, ya que el Diario Oficial de la Generalitat hizo pública esta mañana de sábado la norma aprobada previamente en el Parlamento de Cataluña.

Artur Mas pronunció un mensaje institucional tras la firma del decreto de la consulta del 9 de noviembre en el que mostró su disposición a pactar pero no a "caer en el inmovilismo".

Reacción del Gobierno de España

Desde China, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, declaró: “Es Mas quien se ha metido solo en todo este lío”. Rajoy paseó por la muralla china y evitó declaraciones con micrófonos para dar imagen de normalidad. Y con Rajoy de regreso de su viaje, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, decidió explicar la hoja de ruta del Gobierno frente al desafio soberanista catalán. "La consulta no se va a celebrar", subrayó la vicepresidenta, que confirma que el Gobierno ya ha iniciado los trámites para impedir el 9-N.

El Consejo de Estado y la Abogacía del Estado se reunirán para elaborar los informes de los recursos.

¿Qué pasó para llegar hasta aquí?

Cataluña llegó a la convocatoria de la votación tras el fiasco del Estatut que se aprobó en los años de Zapatero y el fracasado intento de lograr un nuevo pacto fiscal, las claves del proceso. En síntesis, la presión independentista y los portazos de Mariano Rajoy han forzado a Artur Mas a acelerar el desafío.

Entre tanto, desde Barcelona se anuncia que grupos soberanistas tomarán las calles si se ilegaliza el referéndum. El líder de ERC, Oriol Junqueras, afirma que "todos los demócratas del mundo" harán posible la consulta.