Christine Lagarde insta a que la recuperación mundial sea a “toda velocidad”

Christine Lagarde.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
La cooperación es "más importante que nunca, dadas las numerosas interconexiones", advierte. Y precisa: "Una recuperación a todo vapor exige medidas de política amplias y adaptadas a las circunstancias"
Christine Lagarde insta a que la recuperación mundial sea a “toda velocidad”

La economía mundial puede dejar atrás la recuperación desigual y avanzar a “toda velocidad” si los países toman medidas de política adaptadas a las circunstancias particulares en diversos frentes, declaró la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Dirigiéndose a periodistas que cubrieron las Reuniones de Primavera de 2013 del FMI y el Banco Mundial, Lagarde dijo que una recuperación mundial a “tres velocidades” —en la que hay países prósperos, otros que están recuperándose y otros que aún tienen camino que recorrer— no sería suficiente para promover un crecimiento equilibrado y duradero.

“Lo que se necesita es una recuperación a toda velocidad, una recuperación impulsada por un crecimiento sólido, sostenible y equilibrado, pero también inclusivo y muy asentado en un desarrollo respetuoso del medio ambiente”, dijo Lagarde en una conferencia de prensa durante las Reuniones de Primavera en Washington, en las que participaron autoridades económicas de los 188 países miembros del FMI, funcionarios públicos, organizaciones de la sociedad civil, periodistas e invitados de los sectores académicos y privados.

El programa de las Reuniones de Primavera comprendió seminarios, reuniones informativas regionales y conferencias de prensa sobre temas como la economía mundial, el desarrollo internacional y los mercados financieros mundiales.

Políticas adaptadas a las circunstancias

Lagarde hizo hincapié en que para que la economía mundial avance a toda velocidad se precisan respuestas de política adaptadas a las circunstancias en cada uno de los tres grupos de países. Concretamente, el FMI dirige la atención a los efectos de contagio que se transmiten a través de una economía mundial cada vez más interconectada.

“En todo esto, la cooperación sigue siendo crucial. Esa es la razón por la que fue creado el FMI, y, en un mundo lleno de interconexiones, esa razón adquiere más importancia que nunca”, señaló Lagarde.

Lagarde reiteró su anterior advertencia acerca de una recuperación a tres velocidades, con países que gozan de prosperidad (principalmente, los mercados emergentes y los países en desarrollo), países que se están recuperando (entre ellos, Estados Unidos, Suecia y Suiza) y países que aún tienen cierto camino por recorrer (como la zona del euro y Japón).

• Grupo de “primera velocidad”: Las economías de mercados emergentesdeberían recomponer el margen para la aplicación de políticas y fortalecer la regulación y supervisión financiera, mientras que los países de bajo ingresodeberían aprovechar los éxitos logrados e invertir en el futuro, como por ejemplo atendiendo sus necesidades de infraestructura y desarrollo social.

• Grupo de “segunda velocidad”: Si bien Estados Unidos ha logrado evitar el abismo fiscal, aún necesita corregir el ritmo de su ajuste fiscal: un ajuste menor y de mejor calidad hoy, y un ajuste mucho mayor en el futuro.

• Grupo de “tercera velocidad”: En la zona del euro, las autoridades han logrado mucho en poco tiempo. Ahora la prioridad es sanear los desgastados sistemas bancarios y avanzar hacia la unión bancaria. En Japón, el marco que se acaba de anunciar para una ambiciosa expansión monetaria es un paso positivo. Pero Japón necesita instituir planes de mayor alcance para recortar su deuda, además de reformas estructurales que impriman mayor dinamismo a la economía.

Lagarde subrayó la necesidad de que las autoridades también aborden los viejos riesgos que resta resolver, instándolas a “completar el trabajo” en materia de reforma del sector financiero, trabajar para reducir los desequilibrios mundiales y promover vigorosamente el crecimiento, el empleo y la equidad. “Tenemos que proteger a los más afectados por la crisis y cerciorarnos de que el ajuste sea lo más equitativo posible”, afirmó.

Lagarde recalcó que la labor del FMI se concentra en servir a sus 188 países miembros, e hizo hincapié en los esfuerzos que realiza el organismo para evolucionar en sintonía con los cambios que experimenta la economía mundial. “Es de fundamental importancia que seamos el espejo que refleje hacia dónde va el mundo”, expresó.

En su conferencia de prensa de apertura, la directora gerente del FMI abordó una amplia gama de temas, desde el multilateralismo hasta la situación en Sudán del Sur.

• Con respecto al multilateralismo, señaló que durante el curso de la crisis los gobiernos han hecho grandes esfuerzos para evitar la fragmentación. “La cooperación sigue siendo esencial”, manifestó, y observó que ciertas formas de regionalismo, como los acuerdos comerciales regionales, pueden contribuir a fomentar el comercio entre determinados grupos de países.

• En cuanto a los desequilibrios mundiales, Lagarde dijo que el FMI está evaluando los desajustes externos mediante su nuevo informe sobre el sector externo. “Estamos tratando de descifrar los efectos de contagio que se entrelazan y se abren camino a través de una economía mundial cada vez más interconectada”, expresó Lagarde.

• En referencia a Egipto, Lagarde hizo hincapié en el compromiso del FMI de prestar colaboración. Considera que en este caso el apoyo externo puede cumplir una función: “El país está expuesto a vulnerabilidades, ha perdido bastantes reservas. Está creciendo, pero las cifras de crecimiento podrían ciertamente ser mucho mejores si la situación fuera estable desde el punto de vista financiero y económico”, afirmó.

• Al preguntársele cómo ve el FMI el enfoque adoptado por el Reino Unido para su consolidación fiscal, Lagarde expresó lo siguiente: “A través de los años lo que hemos hecho en el FMI es realmente tratar de observar lo más estrechamente posible cuál fue el resultado de la política, y a todas luces apoyamos esa política. Y lo hemos dicho en repetidas oportunidades. Sin embargo, también hemos afirmado reiteradamente en estos últimos años —y no quiero prejuzgar lo que haremos en la siguiente consulta del Artículo IV— que si el crecimiento se atenuara, si el crecimiento fuera especialmente bajo, entonces habría que considerar un ritmo de ajuste más lento. Esto no es nada nuevo”.

• Lagarde también elogió el anuncio de Sudán y Sudán del Sur sobre la implementación de medidas de seguridad y un acuerdo de distribución de los ingresos petroleros.

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