Juncker intenta aparentar que es un ‘keynesiano’ pero lo hace sin apenas dinero

Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. / Twitter
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.

La Comisión Europea crea un fondo con 15.000 millones de euros de su presupuesto y 5.000 millones del BEI para atraer la inversión privada. ¿Serán suficientes los nuevos estímulos?

Juncker intenta aparentar que es un ‘keynesiano’ pero lo hace sin apenas dinero

La Comisión Europea crea un fondo con 15.000 millones de euros de su presupuesto y 5.000 millones del BEI para atraer la inversión privada. ¿Serán suficientes los nuevos estímulos?

Las hemerotecas resultan a veces incómodas para los políticos. En 2012, en tiempos de Durao Barroso como presidente de la Comisión Europea, se había anunciado en Bruselas que a partir de 2014 la Unión Europea pondría en circulación más de 100.000 millones de euros para financiar planes de especialización inteligente que circularían a través de más de cien programas y estrategias regionales que se relacionarían, a su vez, con la estrategia europea 2020, que vincula el desarrollo económico al crecimiento limpio y sostenible. ¿Qué fue de todo aquello?

El portugués Durao Barroso se fue. Llegó el luxemburgués Jean-Claude Juncker y ahora Bruselas anuncia un fondo con 15.000 millones del presupuesto comunitario y 5.000 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) como palanca para atraer inversión privada. Precisamente con la aportación privada se intenta llegar a inversiones de 300.000 millones de euros, pero ¿qué fue de los 100.000 millones de Durao Barroso? No solo en España se hacen grandes promesas.

Ante este estado de cosas, no es de extrañar que haya dudas respecto al nuevo paquete inversor de Bruselas. Tanto en los mercados financieros como en los propios gobiernos de la UE. El ministro francés Emmanuel Macron ya advirtió de que el dinero público no debería ser inferior a 60.000 millones de euros, tres veces más del presupuesto de Juncker, si a sus 15.000 millones de los presupuestos se suman otros 5.000 millones del BEI.

Para España, llueve sobre mojado. El Gobierno de Madrid perderá en torno a 20.000 millones de euros en los presupuestos europeos de 2014 a 2020, un recorte centrado en fondos de cohesión y ayudas a la agricultura.

En relación con las instituciones europeas, son muchos los retos pendientes: el primero –ya esbozado- que el Consejo Europeo toma decisiones tarde y mal en temas tan relevantes como un programa para reactivar la economía del continente; el segundo, que la Comisión Europea actúa en muchos casos con poco liderazgo, sensibilidad y transparencia; el tercero, que el Parlamento Europeo tenga el poder de controlar a Bruselas recortado, y el cuarto, que siga existiendo una Política Agraria Común que cuesta mucho dinero e impide, por ejemplo, que avance la Ronda de Doha para liberalizar el comercio mundial.

La economía europea solo tiene una salida: apostar por productos y servicios de valor añadido, que serán los que necesitan los países emergentes para poder seguir creciendo en los próximos 40 años a tasas de entre el 5 y el 10 %. Aunque la UE ya subrayó en su cumbre de Lisboa de 2000 la necesidad de hacer un esfuerzo especial en I+D+i hasta 2010 para aumentar su productividad y competitividad económica, los resultados fueron pobres: ya se habla de una década perdida. Alemania fue quizás el único país que hizo sus deberes en cuanto a reformas estructurales y la promoción de I+D+i, porque entre otros motivos la reunificación había tenido como consecuencia un aumento significativo del déficit público, que hubo que contener. El resultado: su economía tenía una ventaja comparativa frente a los demás países europeos cuando llegó la crisis del 2008 y por eso pudo paliar sus efectos mucho mejor. Ahora proyectos no faltan: los Estados miembros ya prepararon 1.800 proyectos que supondrían inversiones de 400.000 millones de euros en tres años. Pero Juncker es un ‘keynesiano’ sin apenas dinero. @J_L_Gomez

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