El fútbol español en Navidad es como ese bar de confianza que cierra los domingos

El fútbol profesional en España echa el cierre en Navidad
El fútbol profesional en España echa el cierre en Navidad.

Nuestro deporte rey pierde cada año por estas fechas una oportunidad para humanizar un deporte que, en lo que a la élite se refiere, parece alejarse de la realidad social.

El fútbol español en Navidad es como ese bar de confianza que cierra los domingos

El fútbol profesional español es como ese bar de confianza que cierra los domingos y deja a uno desguarecido y vendido a otros mesones impersonales, fríos y con camareros más antipáticos. El deporte rey, diseñado para satisfacer el tiempo ocioso del común de los mortales, vuelve a tomarse por Navidad unas vacaciones de sí mismo.

 

Mera cuestión de idiosincrasia social... Mi bar de confianza vive al compás de una ciudad funcionarial y de servicios. No sirve como descanso del guerrero, es más bien un apéndice de las diferentes oficinas que cohabitan en la avenida. Me dicen que no abren los domingos porque no hay gente. Y yo me pregunto cómo va a haber gente si no se crea el hábito...

 

Al fútbol profesional español le ocurre algo muy similar. Pierde cada año por estas fechas una oportunidad inigualable para humanizar un deporte que, en lo que a la élite se refiere, parece caracterizarse precisamente por una constante deshumanización. Y es que la élite futbolística se aleja cada vez más de una realidad coherente y, por ende, de las personas.

 

La próxima jornada será la última hasta que la competición doméstica se vuelva a retomar el fin de semana del 3 y el 4 de enero. Mientras, en España veremos con envidia cómo países como Inglaterra, Escocia o Bélgica vibran con su fútbol en familia y en unas fechas ideales para hacerlo. Todo gracias a unos profesionales del ocio cuyos homólogos en España, en cambio, estarán tumbados a la bartola...

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