Francia envía el portaaviones Charles de Gaulle al Golfo Pérsico tras los atentados

Portaaviones Charles de Gaulle.
Portaaviones Charles de Gaulle.

El presidente François Hollande ordenó que el portaaviones se diriga a Irak para incrementar las operaciones militares. Una encuesta muestra que el 85% de los franceses lo apoyan.

Francia envía el portaaviones Charles de Gaulle al Golfo Pérsico tras los atentados

El presidente François Hollande ordenó que el portaaviones se diriga a Irak para incrementar las operaciones militares. Una encuesta muestra que el 85% de los franceses lo apoyan.

El atentado terrorista ocurrido en París contra la revista Charlie Hebdo, que dejó un saldo de 12 muertos y costó además la vida del policía francés Ahmet Merabet, y el ataque en un supermercado kosher que dejó cuatro víctimas fatales, ya tiene su primer resultado político: Francia incrementará sus operaciones militares en Oriente Medio.

"Debemos responder a los ataques que vienen desde el interior, que pueden ser organizados u ordenados, desde lejos. Pero al mismo tiempo también tenemos que alejar las amenazas del exterior", justificó el mandatario galo.

Hollande ordenó que el único portaaviones en servicio, y joya de la marina francesa, el Charles de Gaulle se disponga frente la costa iraquí. El buque funciona con dos reactores nucleares y lleva consigo 40 cazas Dassault Rafale M,  2 aviones de viligancia Grumman E-2 Hawkeye y 4 helicópteros, con capacidad de lanzar 100 misiones de ataque por día.

"La situación excepcional que ahora vivimos hace que tengamos que reconsiderar el ritmo de reducción de personal que estaba previsto para los próximos tres años como parte de la ley de planificación militar. Este ritmo debe ser revisado y adaptado", señaló Hollande, que por los atentados de la semana pasada desplegó 10.000 militares en Francia, de un conjunto de 88.000 miembros de distintas fuerzas de seguridad.

Ayer, el primer ministro francés, Manuel Valls, se dirigió a la Asamblea Nacional, donde remarcó que "una situación excepcional requiere medidas excepcionales", y justificó la escalada del intervencionismo francés de un modo curioso: si Francia irá a la guerra es "de poca importancia".

Los parlamentarios franceses apoyaron de forma unánime al gobierno. El líder de la Unión por un Movimiento Popular, Christian Jacob, la oposición derechista, señaló que "si debemos restringir la libertad individual de algunos, tendremos que hacerlo".

En agosto de 2013, Hollande había dicho en una entrevista a Le Monde, que Francia estaba dispuesta a atacar al gobierno sirio, incluso sin el apoyo de la ONU ni sus aliados europeos. La excusa fue las imputaciones contra Bashar al Assad por un ataque con armas químicas contra civiles, algo que posteriormente se comprobó que era falso, por parte de los veedores internacionales.

El mandatario francés no tuvo consenso para la intervención directa, aunque admitió el suministro de armas a los "rebeldes" (sic. terroristas) sirios. Desde 2013, Francia bombardea posiciones del ISIS en el norte de Irak, y de modo casi unánime, la Asamblea Nacional aprobó continuar con los ataques.

Ahora, lo cierto es que el atentado a Charlie Hebdo sirvió para que la dirigencia política y la opinión pública apoye mayores controles internos y una escalada militar en Oriente Medio: una encuesta de Le Parisien refleja que el 79% de los franceses apoya la gestión de Hollande ante la crisis, cuando en mayo de 2014, el mismo medio mostró un sondeo de opinión que calificaba al propio Hollande como el peor presidente de la historia de Francia.

En los hechos, aún resta por verificar la veracidad de quienes dicen haber sido los ideólogos de los atentados a Charlie Hebdo y la fatal toma de rehenes al supermercado kosher. La masacre de la revista fue protagonizada por los hermanos Said y Cherif Kouachi, quienes estuvieron en Yemen,presuntamente reclutados por Al Qaeda de la Península Arábiga. Nasr al Ansi, líder de AQPA, adjudicó el atentado a Charlie Hebdo a la organización.

Al mismo tiempo, el Estado Islámico (aka Daesh, ISIS) lanzó una campaña por las redes sociales convocando a yihadistas a realizar atentados similares a los de Charlie Hebdo y el supermercado kosher, en honor a los terroristas que las perpetraron.

Amedy Coulibaly fue el terrorista responsable de la toma de rehenes en el supermercado, y en un video afirma su filiación al ISIS.

En ambos casos, los servicios de inteligencia evalúan si los vínculos de los terroristas con Al Qaeda y el ISIS son reales (ambas organizaciones están enfrentadas) o si se adjudican los hechos con fines propagandísticos. En Europa, por lo pronto, los motores ya están en marcha.

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