Existe otra política económica distinta a la que aplica el Gobierno

Mariano Rajoy. / Twitter
Mariano Rajoy. / Twitter

El Gobierno no puede olvidar que debe proteger el Estado del bienestar. Además, debe dotar a los ciudadanos de servicios públicos e infraestructuras adecuadas.

Existe otra política económica distinta a la que aplica el Gobierno

El Gobierno no puede olvidar que debe proteger el Estado del bienestar. Además, debe dotar a los ciudadanos de servicios públicos e infraestructuras adecuadas.

 

Se puede decir que cada economista tiene su política económica a aplicar en el país. Aunque también se puede decir que en las economías occidentales los economistas se pueden agrupar en dos grandes grupos, los economistas de corte socialdemócrata o keynesianos, que defienden una política económica expansiva y los economistas de corte neoliberal, que defienden una política económica restrictiva. La política económica expansiva sigue los predicamentos de la Teoría general publicada en 1936 por el gran economista inglés John Maynard Keynes.

La Teoría general trata de dar a los gobiernos la posibilidad de actuar en épocas de crisis utilizando el instrumento de la Demanda Agregada, que es la suma del gasto en bienes y servicios que empresas, estado y consumidores compran a un precio adecuado, demanda interna, más la demanda externa (export-import). Lógicamente su crecimiento depende de la política fiscal del gobierno, gasto presupuestario y su efecto expansivo, multiplicador. Cuando la demanda interna aumenta, se produce el crecimiento del PIB y el empleo. La Teoría general es la Biblia de los economistas keynesianos como Paul Samuelson, premio Nobel de economía en 1970, Joseph Stiglitz Nobel en 2001 o Paul Krugman Nobel en 2008, entre otros de los muchos economistas galardonados con el premio.

La política económica expansiva fue puesta en práctica por el presidente Franklin Delano Roosevelt en los Estados Unidos (gobernó desde 1933 al 45) y por los gobiernos de la socialdemocracia europea. Hoy es la llevada a cabo en los Estados Unidos, mientras que la restrictiva se lleva a cabo en los países de la CE integrados en el euro.

La tendencia neoliberal

Por otra parte están los economistas que defienden de ideas neoliberales de Joseph Schumpeter y Friedrich von Hayek, quienes proponen acabar con los sindicatos, con el control de alquileres, con la subvención a la vivienda, limitar la democracia, privatizar todo, desregular las finanzas, suprimir el pago del desempleo. “El Estado debe hacer cumplir los contratos y no ocuparse de la economía. El gasto público desmesurado produce inflación y una expansión monetaria descontrolada”, es una de sus ideas. Otra: “Tomado el poder, hay que actuar rápido en los cambios económicos indicando que el desempleo producido es como consecuencia de un mercado no libre”.

Son economistas que siguen los postulados y defienden una política económica restrictiva, monetarista, con principios del neoliberalismo de la Escuela de Chicago, los “Chicago Boys” de Milton Friedman. Algunos de sus principios fueron aplicados por el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, (menos estado y menos leyes reguladoras, que ahora ha explotado con la Crisis Financiera) y por la primera ministra Margaret Thatcher del Reino Unido.

Desde esta época el capitalismo se ha embarcado en un proceso de autodestrucción, capitalismo salvaje, utilizado por la desregulada economía financiera, en las grandes bolsas mundiales con los bonos basura, preferentes, subordinadas, derivadas, opciones, futuros, ETF´S, etc teniendo los gobiernos del mundo que intervenir para evitar quiebras de bancos y empresas. Un capitalismo financiero donde se pagan grandes “bonus” a directivos de empresas con pérdidas. Capitalismo financiero que ya no es de libre mercado, le ha ganado la batalla al capitalismo productivo.

Economía y crecimiento

El desarrollo de los mercados produce crecimiento en la economía. Este crecimiento debe ser utilizado por los estados para reducir las desigualdades sociales, fomentar la igualdad de oportunidades, solidaridad entre todos y una mejor redistribución de la renta, además de limitar el poder de los grupos económicos y financieros. Si los gobiernos llevan a cabo políticas distintas a estas, fomentarán en el mundo occidental reacciones violentas, huelgas y manifestaciones, poniendo fin a la paz empresarial.

Los gobiernos de ideología conservadora, neoliberal, siguen los consejos del FMI, realizan una política económica restrictiva. Por el contrario, los gobiernos de ideología socialdemócrata, siguen los consejos keynesianos, realizar una política económica expansiva. España debe cambiar su actual política económica restrictiva por una Política Económica expansiva.

El Gobierno de Rajoy y la economía

La política económica restrictiva es la política que lleva a cabo el Gobierno de Mariano Rajoy:

1) Subida de impuestos directos (IRPF) sobre todo a las clases medias y baja.

2) Subida de indirectos (IVA, IBI) incide en la bajada del consumo.

3) Recortes. Copago. Congelar salario mínimo y salarios a funcionarios, a pensionistas a perceptores de prestaciones por paro.

4) La reforma laboral, nefasta para el empleo.

La política económica expansiva se basa en puntos como los siguientes:

1) Bajar el gasto público improductivo, la “grasa”, para bajar el déficit. En ese sentido, puede tenerse en cuenta que en España hay 450.000 políticos, de los que sobran 300.000. En Alemania funcionan con 100.000. Cabe también eliminar el Senado y las diputaciones. Y mantener las CC AA pero reduciendo los parlamentos autonómicos a cuatro como máximo. En Alemania hay solo siete. También cabe agrupar los ayuntamientos por encima de 20.000 habitantes. Por lo demás, sobran empresas públicas, asesores, escoltas, chóferes y vehículos oficiales, dietas por estar en Madrid teniendo casa, tarjetas Visa oro, etcétera. También se puede centralizar la sanidad y la enseñanza, uniendo universidades, aunque con diferentes campus si tienen alumnos. Y eliminar (y centralizar) los organismos de control de las CC AA, como defensores del pueblo y un sin fin de organismos sin una real función.

2) Aumentar el gasto público productivo. Para ello se pueden bajar impuestos directos e indirectos, sobre todo a las clases medias y baja. Ahora bien, hay que aumentar la recaudación impositiva: el Gobierno debe acometer de una vez la resolución de la economía sumergida (24% del PIB, que supone 250.000 millones de euros), el fraude fiscal (8% del PIB, sería conveniente eliminar la circulación de billetes de 500 y 200 euros) y el pago adecuado de los impuestos de grandes empresas y grandes fortunas de acuerdo con sus beneficios. Y no hacer amnistías fiscales a los poderosos con dinero en bancos del exterior. Las empresas multinacionales deben pagar los impuestos como el resto. El impuesto de sociedades, mínimo del 20% sobre beneficios. Y cabe eliminar subvenciones, bonificaciones y desgravaciones a las empresas. Otro objetivo sería no permitir a las 28 empresas del IBEX tener cuentas en paraísos fiscales. También se pueden bajar cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social y bonificar con el 100% a los empleados que se contraten del paro durante dos años. asimismo, conceder por el ICO créditos a empresas (también PYMES y autónomos) y bajar el precio de la energía, sobre todo a las empresas.

3) Cabe subir salarios y subsidios, con lo que se produce el aumento del consumo, que supone dos tercios del PIB. Aumenta así la demanda interna. En salarios cebe subir el Salario Mínimo interprofesional, los salarios de funcionarios (no decimos contratados o asesores varios) y los de los pensionistas a la altura adecuada sobre todo en los tramos más bajos. Son 3 millones los pensionistas y casi lo mismo (2.7) de funcionarios que no pueden gastar ni consumir más debido a que no les actualizan sus emolumentos (el 0.25% en vez de la inflación, pérdida de poder adquisitivo del 1.25% en 2013) o se les priva de una paga extra. En subsidios cabe dar una paga mínima a parados sin prestaciones hasta que encuentren empleo, ya que con ello seguirían consumiendo al menos los productos del mínimo vital. Tenemos 6 millones de parados, con este gobierno el paro aumentó en 460.000 personas en 2011; 880.000 en 2012. Si el Gobierno no resuelve este problema, manifiesta una total ineptitud. Hay 2 millones de familias con todos los miembros en paro, 3 millones de personas llevan un año sin trabajo. Y en materia de unidad de mercado en España cabe eliminar 140 cortapisas puestas por las CC AA.

Conclusión: Como vemos, existen otras soluciones de política económica a proponer distintas a las aconsejadas por los políticos conservadores, por la troika, por la señora Merkel y por el FMI, que siguen la doctrina de la lacra neoliberal.

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