La exclusividad de ARCO desdibuja la crisis apostando por osadía y talento

Pintura de imitación
Pintura de imitación.

La Feria de Arte Contemporáneo renueva anualmente los votos de devotos e inversores en una de las más prestigiosas ferias de arte del mundo que acoge Madrid.

La exclusividad de ARCO desdibuja la crisis apostando por osadía y talento

ARCO ha cerrado sus puertas el pasado fin de semana con un balance positivo: más de 100.000 visitantes entre coleccionistas privados, institucionales y empresas han dado buena muestra del relieve del coleccionismo en España  y del consabido prestigio internacional  de esta Feria de Arte Contemporáneo que, como cada año, ha marcado tendencia. A lo ancho de los pabellones 7 y 9 de IFEMA se exhibieron pinceladas de célebres galerías de arte nacionales e internacionales y todo tipo de técnicas artísticas, pictóricas, audiovisuales, escultóricas y otras difíciles de encuadrar por transgresoras.

Desde Picasso o Miró a la representación de útiles de trabajo cuidadosamente esparcidos sobre el suelo respetando la gama cromática pasando por la enmarcación de un gigante código binario, lo que deviene una obra en arte es su facultad de impresionar, sobrecoger o deleitar, obrar sensaciones en los ojos que las miran, una experiencia placentera o violenta con el denominador común de no dejar indiferente.

La oferta de obras artísticas de ARCO ha sido amplísima y significativa la afluencia de público joven, curiosos y cazadores de tendencias vieron saciadas sus expectativas. Sobre todo vanguardia y algunos clásicos compartieron espacio en una cita obligada para los muchos que consideramos primaria la influencia de las artes en nuestra cotidianidad.

ARCO ha sido punto de encuentro de muchas caras conocidas y anónimas que tuvimos la oportunidad de departir en un particular jardín del edén inmerso en una atmósfera exótica que evocaba un paraíso virgen confeccionado ad hoc como área de  descanso.

Una propuesta versátil para todas las edades, incluído el espacio ARCOKids donde los más pequeños despertaban sus inquietudes plásticas jugando. Una atmósfera para liberar los sentidos y disfrutar de una experiencia enriquecedora y única con la posibilidad impar de intercambiar impresiones con autores y medir las tendencias del mercado de la creatividad.

Más allá de la relevante presencia internacional que ha supuesto un espaldarazo en tan exitosa edición, donde Colombia destacó como país invitado y el interés del coleccionismo asiático se perfiló halagüeño, sedujo sentir y redescubrir el vigor del que goza el arte por encima de los ciclos económicos y el brío refrescante de la riquísima oferta. ARCO se enmarca como escaparate y pinta fuente de inspiración. @mundiario

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