Los dos ex presidentes catalanes de la nacionalista Convergència se encuentran imputados

Artur Mas y Jordi Pujol.
Artur Mas y Jordi Pujol.

¿Qué apoyos internacionales puede recabar -más allá de la legitimidad o no de su causa- un país con dos presidentes imputados por la Justicia?, se pregunta este autor. 

Los dos ex presidentes catalanes de la nacionalista Convergència se encuentran imputados

¿Qué apoyos internacionales puede recabar -más allá de la legitimidad o no de su causa- un país con dos presidentes imputados por la Justicia?, se pregunta este autor. 

Con dos presidentes imputados por la Justicia, ¿qué carta de presentación tiene un país? ¿Qué credibilidad posee de cara a fuera y de cara a dentro? En esto estamos en Catalunya. Uno, Jordi Pujol, imputado por presuntos delitos económicos y fiscales; el otro, Artur Mas, por incumplir, presuntamente, la legalidad. El cuadro de las irregularidades queda completo. Los tribunales debieran darse prisa en aclarecer una situación tan insostenible. Porque, además de la necesidad de hacer justicia y de limpiar un ambiente tan enrarecido, los cosas pueden complicarse aun más. 

Resulta que, además de tratarse de un expresidente mitificado políticamente por su reconstrucción nacional, ha implicado ahora en su fechoría económico-fiscal, a su partido (CDC) y a no pocas personalidades catalanas tenidas por prohombres de nuestra sociedad. El país huele a podrido, a poco que se remueva la manta encubridora de un catalanismo radicalizado.

De otra parte, no es presentable ni tranquilizador, tener un presidente en funciones con ganas infinitas de ser reelegido, imputado por desobediencia a la ley y con el compromiso de desacatarla nuevamente hasta donde haga falta para intentar su objetivo, inconstitucional y que, ni siquiera con sus astucias, ha logrado en las urnas el apoyo social suficiente. 

¿Qué apoyos internacionales puede recabar -más allá de la legitimidad o no de su causa- un país con dos presidentes imputados por la Justicia? ¿Qué futuro puede esperarse para Catalunya con dos presidentes investigados por gravísimas tropelías económicas o por desacato a las normas  por las que accedió a la presidencia y que prometió acatar y hacer acatar?

O la Justicia habrá de hacer limpio, sin demora, para poder respirar un cierto aire de normalidad, o será necesario que los ciudadanos vuelvan a ser llamados a las urnas, para escoger a unos gobernantes, sin macha ni sectarismos, que merezcan gestionar los intereses de todos.

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