El ex gobernador de la 'desfeita' de las caixas ya se atreve a dar de nuevo lecciones

El ex gobernador del Banco de España Miguel Angel Fernández Ordóñez / RTVE.
El ex gobernador del Banco de España Miguel Angel Fernández Ordóñez / RTVE.

El político sobre el que recayeron mil y un errores en la vigilancia del sector financiero español vuelve a dar lecciones de economía con total desparpajo. Y por escrito, para que conste.

El ex gobernador de la 'desfeita' de las caixas ya se atreve a dar de nuevo lecciones

El político sobre el que recayeron mil y un errores en la vigilancia del sector financiero español vuelve a dar lecciones de economía con total desparpajo. Y por escrito, para que conste.

Durante la burbuja de 1996-2007 había razones para el optimismo en España. También las hay ahora, pero al igual que entonces sería recomendable hacer caso a los que dicen que, sin reformas, todo puede frustrarse". Esta nueva lección no es de un líder de la Oposición. Tampoco de un librepensador. Ni de un dirigente de Podemos. Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Mafo, el político sobre el que recayeron mil y un errores en la vigilancia del sector financiero español, como gobernador del Banco de España, vuelve a dar lecciones de economía con total desparpajo. Y por escrito, para que conste.

"Los pepitos grillos de hoy -escribe en el diario El País el ex gobernador de la 'desfeita' de las caixas- coinciden en que España tiene dos graves problemas económicos por resolver. Uno, el de reembolsar un altísimo y creciente volumen de deuda pública sin tener moneda propia, problema que compartimos con otros países periféricos, sin que esa compañía pueda servir de consuelo. El otro es el insoportable nivel de desempleo estructural, y este es un problema específicamente español ya que ningún país europeo —excepto Grecia— se acerca al nivel casi trágico alcanzado por España".

Para Miguel Á. Fernández Ordóñez, que fue el gobernador del Banco de España de la crisis, mantener un optimismo incondicionado pensando que sin acometer reformas importantes, estos dos problemas se resolverán por si solos, es peligroso. "Porque, aunque algunos de sus efectos negativos no se muestren mientras el BCE mantenga su política, esos efectos aparecerán con crudeza en el futuro", precisa en su nueva lección.

"Tampoco deberíamos pasar del actual optimismo incondicionado -explica Mafo- a un pesimismo pasivo y aceptar sin más, como empiezan a sugerir algunos analistas internacionales, que esos dos problemas hundirán sin remisión a la economía española".

Miguel Ángel Fernández Ordóñez lo tiene todo bien claro: "Es hora de apuntarnos a un optimismo condicionado: si se explica al país estos problemas, si el regalo del BCE —poder financiarnos estos años a un coste menor que Noruega—, se aprovecha para acometer las reformas importantes, sin duda España irá bien. Los mercados están apostando a que el BCE seguirá manteniendo esa política bastante tiempo y España podrá ir bien cuando termine si aprovecha este tiempo para reformar. Pero si no, no."

Dicho queda.

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