Estados Unidos aspira a que se igualen sus altos estándares laborales y ambientales

Bandera de EE UU.
Bandera de EE UU.

Asia-Pacífico es la región de más rápido crecimiento en el mundo. Y en este preciso momento, China está tratando de establecer las reglas para el comercio en el siglo XXI.

Estados Unidos aspira a que se igualen sus altos estándares laborales y ambientales

Asia-Pacífico es la región de más rápido crecimiento en el mundo. Y en este preciso momento, China está tratando de establecer las reglas para el comercio en el siglo XXI.

 

En un momento en el que nuestros negocios están creando empleos al ritmo más rápido desde la década de los 90, todavía tenemos que hacer todo lo posible para ayudar a los trabajadores y a los negocios a tener éxito en esta nueva economía competitiva, conectada y que cambia cada día.

Una cosa que sabemos con certeza acerca de los negocios en el siglo XXI es que tendrán que vender más bienes y servicios “Hechos en Estados Unidos” al resto del mundo.

En la actualidad, nuestras empresas ya están vendiendo productos y servicios en otros países a niveles récord. Nuestros agricultores, nuestros obreros, nuestras pequeñas empresas están exportando más que nunca; y los exportadores tienden a pagar mejores salarios a sus trabajadores.

También, más pequeñas empresas están utilizando Internet para hacer crecer su negocio al llegar a nuevos clientes que no podían captar antes. Como un ejemplo, nueve de cada diez pequeñas empresas estadounidenses que utilizan eBay como plataforma para vender sus productos son exportadores, con clientes en más de 30 países diferentes en promedio.

Sin embargo hay muchas posibilidades de crecimiento. Después de todo, el 95 % de los potenciales consumidores del mundo viven fuera de nuestras fronteras. La mayoría de ellos vive en la región Asia-Pacífico, que es la región de más rápido crecimiento en el mundo. Y en este preciso momento, China está tratando de establecer las reglas para el comercio en el siglo XXI.

Eso pondría a nuestros trabajadores y nuestras empresas en una enorme desventaja. No podemos dejar que eso ocurra. Somos nosotros quienes deberíamos establecer esas reglas.

Por ello, el Congreso debería actuar sobre lo que se denomina “autoridad de promoción comercial”. Esta es una legislación bipartidista que protegería a los trabajadores que viven en Estados Unidos y promovería las empresas estadounidenses, mediante nuevos tratados comerciales sólidos con países de Asia a Europa que no solo sean de libre comercio sino que también promuevan un comercio justo. Esto nivelaría el campo de juego para los trabajadores que viven en Estados Unidos. Esto haría que todos los países tengan los mismos altos estándares laborales y ambientales que tenemos nosotros.

Ahora, yo soy el primero en admitir que los tratados comerciales anteriores no han cumplido siempre con las expectativas. Y por eso hemos ido exitosamente a por los países que rompen las reglas a costa de nuestros trabajadores. Pero eso no significa que deberíamos renunciar a nuevas oportunidades, y hacernos a un lado mientras otros países escriben nuestro provenir. Nosotros deberíamos aprovechar esas oportunidades. Nosotros deberíamos asegurarnos de escribir nuestro propio porvenir. Y si lo hacemos, no solo seguiremos creando nuevos puestos de trabajo durante las décadas venideras, sino también nos aseguraremos de que este siglo sea otro típico siglo estadounidense.

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