Elecciones en Noruega, uno de los países más ricos y satisfechos del planeta

La bandera de Noruega, en primer plano.
La bandera de Noruega, en primer plano.

Apenas tiene paro y su PIB per cápita del año pasado fue de 53.300 €, frente a 22.700 € en España o 28.500 € en la eurozona. Los conservadores pisan fuerte.

Elecciones en Noruega, uno de los países más ricos y satisfechos del planeta

El lunes día 9 habrá elecciones al Parlamento (Storting) en Noruega, comenzado un curso electoral que este mes en Europa empieza fuerte: en Alemania el día 22 y en Austria el día 29.

Noruega se encuentra en la frontera norte del Viejo Continente y funde sus numerosos glaciares y fiordos –parientes de las rías gallegas– con las frías aguas del Océano Ártico.

Con una población de unos 5 millones de habitantes, Noruega, que era uno de los países más pobres de Europa al inicio del siglo pasado, es hoy uno de los más ricos y satisfechos del planeta, con un PIB per cápita en 2012 de 53.300 €, comparado con los 22.700 € de España y  la media en la Zona Euro de 28.500 €. La tasa de desempleo se encuentra en el 3,4 % (mayo 2013), mientras que el PIB crece un 3% al año. 

Además, se encuentra en el primer lugar en la lista de países por índice de desarrollo humano de la ONU (2013), tiene un generoso sistema de prestaciones sociales que facilitan a las mujeres que dan a luz estar con sus hijos durante doce meses y a los padres, cuatro meses, con el sueldo íntegro y ofrece educación gratuita para todos. 

El país financia todo ello con sus enormes recursos naturales: petróleo (quinto exportador mundial), gas natural (segundo exportador mundial), madera y pescado (segundo exportador mundial), que gestiona con prudencia destinando grandes porcentajes de sus ingresos por petróleo a  Fondos soberanos que financian, por un lado, la economía local y, por otro, invierten en el mercado internacional, con arreglo a estrictos principios éticos que prohíben, por ejemplo, la participación en actividades que infrinjan la legislación medioambiental o estén relacionadas con la producción y venta de armas, tabaco o que empleen niños. Los Fondos incluyen una reserva para las futuras pensiones y necesidades del país. Su montante llega a unos 550 billones de €, el primero del mundo hasta este año en que ha sido superado en unos 2 billones de €  por el Fondo soberano chino.  

A los descendientes de los vikingos se les ha preguntado en dos ocasiones si querían formar parte de la Unión Europea (UE), con referéndums en 1972 y 1994, y en ambas ocasiones votaron que no con un escaso margen. Sin embargo, Noruega, junto a Islandia y Lichtenstein, se unió al Espacio Económico Europeo (EEE) integrándose así en el mercado único europeo, y también forma parte del espacio Schengen de libre circulación de personas. 

El 22 de julio de 2011 el país sufrió los ataques terroristas perpetrados por Anders Breivik, un fanático extremista que, después de poner una bomba en Oslo causando 8 víctimas, desembarcó en la isla de Utoya con una misión: acabar a tiros con la cantera del partido gobernante, matando a 69 jóvenes militantes laboristas, bajo la acusación de una supuesta “invasión musulmana de Europa”, los peligros de “multiculturalismo” y de la ideología socialdemócrata preponderante en Noruega. Pasado el shock inicial, se puede decir que la sociedad noruega ha reaccionado con serenidad, permaneciendo unidos y fieles a una tradición de igualitarismo, tolerancia y liberalismo, siendo considerado el criminal como un cuerpo extraño y no un producto de la sociedad.

Queda por ver si estos hechos influirán en la inminente cita electoral.

Según las encuestas, la oposición de los partidos de derecha podría ganar las elecciones al Storting, lo que supondría un vuelco político de primera magnitud: los laboristas han ganado todas las elecciones legislativas -con o sin mayoría absoluta- desde 1927. Los cuatro partidos de la derecha, quizás con la líder del Partido Conservador, Erna Solberg al frente, podrían obtener la mayoría parlamentaria y obligar a dimitir a la coalición de izquierda saliente del Primer Ministro Jens Stoltenberg. (Por una curiosa  iniciativa de marketing electoral se convirtió en improvisado “taxista” para oír la opinión de los “pasajeros”, quienes, al parecer, habrían sido previamente seleccionados en un casting).

En general, los partidos de la derecha abogan a favor de importantes reducciones de impuestos y más inversiones públicas con una mayor utilización de los Fondos soberanos. Este discurso, combinado con promesas para restringir la inmigración y el rechazo de la “islamización cada vez más importante “de la sociedad surte efecto entre los electores.

Durante la campaña, casi imperceptible en la calle, ciertos temas sensibles, como la adhesión a la UE o la presencia militar en Afganistán, no fueron tocados. Los conservadores apoyan a la UE , si bien su líder ha declarado que no convocará otro referendum si es Primer Ministro. El interés recayó más bien en el difícil tema de las alianzas. En este sentido, quién gane el 9 de setiembre dependerá de si se respeta el “cordón sanitario” con la extrema derecha, y qué partidos superan la barrera del 4% para lograr representación.

Noruega, con su petróleo, su envidiable Estado de bienestar, sus políticas de conciliación y, sobre todo, sus elevados salarios y bajísimo desempleo, ha visto llegar en los últimos meses un nuevo perfil de emigrante que ha abandonado España empujado por el paro prolongado y la progresiva merma de salarios. Los periódicos noruegos los bautizado “los refugiados laborales del euro”.Y, a pesar de la barrera del clima, el idioma y unos precios desorbitados, parece que el país de los fiordos seguirá atrayendo a trabajadores españoles con sus ofertas de empleo. De ahí el interés en saber quién ganará en Noruega las elecciones del próximo lunes 9 de setiembre.

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