El FMI ya admite que se pasó de la raya al recomendar tanta austeridad en Europa

European People's Party vía Compfight

El vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, dijo a finales del año pasado: "El Gobierno (de España) sabe a dónde va, conoce el rumbo y tiene claro el objetivo". Ojalá fuese así, pero los resultados conocidos y las previsiones de los analistas españoles e internacionales para 2013 no parecen coincidir con tan felices augurios.

Cinco años después de iniciada la crisis, no parece lógico que aumente el ritmo de destrucción de puestos de trabajo. En pocas palabras: si algo prueba este mal resultado es que la España de Rajoy carece de estrategia como país, del mismo modo que puede asegurarse otro tanto de la España de Zapatero, en su segunda legislatura.

España, donde hay más de 300 políticos imputados, se ha convertido en un país en el que la corrupción y el fraude ya preocupan más que la sanidad o la educación, a pesar de que ambas están sujetas a severos recortes presupuestarios que derivan en una peor calidad de tales servicios básicos. Además, los desahucios irrumpieron en el barómetro del CIS de noviembre entre las 10 principales preocupaciones de los españoles, encabezadas por el paro, que es el gran problema para el 77,1% de los encuestados.

Todo tiene su lógica. Como señala un análisis publicado en el diario La Región, se acumulan las noticias de corrupción y casos poco presentables, como el fichaje de Rodrigo Rato por Telefónica, mientras que si nos detenemos en los datos comparados del paro, se explica aun mejor esa inquietud ciudadana. El año 2012 se cerró con 426.364 personas más en el paro, cifra que es muy superior a las registradas en los dos ejercicios anteriores, 2011 y 2010, en los que el desempleo había aumentado en 322.286 y 176.470 personas, respectivamente. En total, 4.848.723 parados registrados, ya que el número de desempleados que mide la Encuesta de Población Activa, más fiable, es superior y ronda ya los 6 millones de personas sin trabajo.

Sube el paro porque, entre otras cosas, baja la actividad, como consecuencia de la recesión derivada de una caída del Producto Interior Bruto (PIB). ¿Y cómo se puede aumentar el PIB? En la medida en que está configurado por el gasto público, el consumo de las familias, las exportaciones netas y la inversión empresarial y residencial, si queremos que aumente, debe incrementarse el valor de todos esos vectores o al menos de la mayoría de ellos, de forma que el crecimiento sea equilibrado.

Endeudada en exceso, España tiene ahora un grave problema de inversión, por falta de dinero, que está por las nubes en los mercados. Por eso es tan importante que se vaya reduciendo la deuda –sobre todo la privada- y vaya bajando la prima de riesgo. Las políticas de austeridad fueron excesivas y se aplicaron en poco tiempo, de modo que sus resultados, lejos de ser positivos, aun empeoraron las cosas, como ya reconoce el propio Fondo Monetario Internacional en sus últimos comentarios sobre la zona euro. Sin ayuda exterior, será (más) difícil salir de esta.

Y ya puestos, España tal vez tiene que responder a algunas preguntas que se hace la prensa alemana con la mayor naturalidad del mundo. ¿Ejemplos? Hay muchos pero podemos mencionar algunos en MUNDIARIO: ¿es viable el actual Estado español?, ¿existe una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y económica?, ¿es realmente independiente el poder judicial?, ¿funcionan los reguladores de la competencia?, ¿representan los diputados a los ciudadanos o más bien a los partidos que los ponen en una lista?, ¿tiene sentido que una cuarta parte de la economía española sea sumergida…? @J_L_Gomez