En el 'Prestige' fue culpable el capitán, en Angrois, el maquinista y en el ébola, la enfermera

Aunque cambia el paradigma y lo viejo sea esa actitud autoritaria e irresponsable, es cierto que se resiste a morir... El caso es justificar la gravísima incompetencia de esta especie de gobernantes.

En la crisis del ébola, como en el accidente de Angrois o en el hundimiento del Prestige los Gobiernos (también el PSOE en el caso del accidente ferroviario), se le ha echado la culpa al maquinista, al capitán del barco, a la enfermera... Aunque cambia el paradigma y lo viejo sea esa actitud autoritaria e irresponsable, es cierto que se resiste a morir, quizás por ser compartida por la gran mayorÍa de las élites políticas y financieras españolas.

El consejero de Sanidad de Madrid atribuyó la responsabilidad de su contagio a la enfermera gallega infectada. Lo importante no sería la chapuza de repatriar personas sin protocolos desarrollados con garantías, sino el error puntual de una sanitaria que se presentó voluntaria y que incluso sería tan irresponsable que "hasta fue a la esteticista".

El Gobierno del Estado responsabilizó en exclusiva del accidente ferroviario de Angrois a la imprudencia del maquinista Garzón. Y el PSOE apoyó incondicionalmente el PP en este suceso. "En Galicia hubo un accidente de tren causado por un maquinista", manifestó un alto dirigente socialista madrileño en una conversación con compañeros de partido gallegos. Lo importante no seria la indignidad de mantener una curva muy peligrosa o de no implantar el ERTMS que garantizaría frenar aquel tren en el caso de una inacción del maquinista por despiste. Y lo grave no son las ochenta muertes y los heridos, sino el "daño inaceptable a la imagen del tren español ..." como acaba de afirmar un alto cargo de ADIF.

Bien, también había ocurrido cuando se hundió el Prestige, catástrofe ecológica que intentaron cargar a la responsabilidad del capitán Mangouras de manera exclusiva y excluyente. Porque esta política está muy vinculada a una concepción autoritaria del Poder, según  la cual los gobernantes no son responsables ante la ciudadanía, porque en realidad les pertenece la función de gobernar por derecho propio,  vinculados a una élite financiera y política que sería la única que sabe como hacer las cosas y obsesionados por mantener a la ciudadanía en estado permanente de desinformación.

Dirán ustedes que muchos ciudadanos -e incluso algunos políticos- asumen y asumimos la responsabilidad por los actos de las personas que dirigimos o dependen de nosotros. Es cierto, pero como en todo proceso de cambio de paradigma esta concepción es lo viejo que se resiste a morir, ayudada en los últimos tiempos por el miedo engendrado por la crisis.

Esta idea de Gobierno autoritario e irresponsable ante la ciudadanía late también en la transmisión de ideas según las cuales los usuarios son los responsables de los recortes en la sanidad o los desempleados de los recortes en su cobertura. El caso es justificar la gravísima incompetencia de esta especie de gobernantes.