¿El Duque de Windsor sugirió a Adolf Hitler bombardear el Reino Unido?

Eduardo VIII, Duque de Windsor.
Eduardo VIII, Duque de Windsor.

El vídeo de la reina Isabel II haciendo el saludo nazi en su temprana infancia reavivó el debate sobre las relaciones de la familia real británica con el III Reich. Informe sobre el caso.

¿El Duque de Windsor sugirió a Adolf Hitler bombardear el Reino Unido?

El vídeo de la reina Isabel II haciendo el saludo nazi en su temprana infancia reavivó el debate sobre las relaciones de la familia real británica con el III Reich. Informe sobre el caso en MUNDIARIO.

La semana pasada, el matutino sensacionalista británico The Sun, publicó una imagen de la reina Isabel II  en su infancia, haciendo el saludo nazi, lo que avivó una polémica que no es revisitada por las revistas especializadas en las familias reales y la aristocracia, que evitan hablar de un hecho puntual: la complicidad de la Corona Británica con el nazismo.

Felipe de Edimburgo, esposo de la reina, provenía de una familia griega vinculada al nazismo. Provenía de la familia real griega, pero por vía materna había heredado sangre de la aristocracia alemana. Sus cuatro hermanas, Margarita, Teodora, Cecilia y Sofía, se casaron con príncipes alemanes, dos de ellos, altos oficiales del nazismo.

Sofía se casó con Hesse-Kassel, quien afirmaba que Hitler era un “hombre encantador y modesto”. Llegó a vérsele en la boda del comandante de la Luftwaffe Hermann Göring, cenando con el propio Hitler, en 1935.

The Sun difundió un video sin sonido de 17 segundos, grabado en el Castillo de Balmoral en 1932, cuando la futura reina Isabel II tenía seis años y registraba a la cámara el saludo nazi, lo que reavivó la polémica de los vínculos de la realeza británica con el III Reich.

 

Las relaciones cambiaron radicalmente con la participación inglesa en la Segunda Guerra Mundial y la devastación que causó la Luftwaffe al país con sus bombas. La corona británica manejó con astucia su imagen durante el conflicto, mostrándose al lado del pueblo, que le guardó una imagen de aprobación total. Pero no todos habían tomado distancia de la locura de Adolf Hitler.

Según Karina Urbach, historiadora de la Universidad de Londres, “el anticomunismo de la familia real explica su interés por el fascismo”. También afirma que los contactos de Felipe con el nazismo pasaban a través de la España del dictador Francisco Franco.

El jefe de Estado del Reino Unido y posterior Duque de Windsor, Eduardo VIII, fue la figura más cercana al nazismo de la realeza británica. Urbach encontró en los papeles de Franco, la información de que Eduardo VIII se quejaba por junio de 1940, en una charla con el diplomático Javier Bermejillo, de que la evolución de la guerra no era la esperada “por culpa de los judíos y los rojos”.

Pero en el reporte de Bermejillo a Franco de ese encuentro reveló algo más inquietante. La secuencia de los hechos son alarmantes. Eduardo dijo que “si los alemanes bombardearan Gran Bretaña, eso podría traer la paz”, reportó Bermejillo a Franco, del encuentro de junio de 1940. Franco remite la información a Alemania. Hitler lanza el blitz el 10 de julio de 1940

Lazos profundos 

El contexto del surgimiento del nazismo fue muy diferente a la narrativa construida en la posguerra. Estados Unidos y el Reino Unido no consideraban al surgimiento de Hitler con sus SA como una amenaza, sino al contrario, un freno al comunismo que ya se había apoderado de Rusia, y se posicionaba en la lucha de poder en la propia Alemania. Sin saberlo, Londres y Washington jugaban a la Guerra Fría quince años antes de que Winston Churchill acuñara el término “Telón de Acero” en 1946. La banca y la nobleza británica tuvieron relaciones más que estrechas con el nazismo en su apogeo.

En 1934, Londres y Berlín firmaron el Acuerdo Anglo-Alemán de Transferencia que se convertiría en el pilar de la política británica hacia el III Reich, que en un lustro se convertiría en el principal cliente comercial del Reino Unido.

En la década del 1920 aparecen en Inglaterra los primeros grupos fascistas. Pero sería en 1932, cuando Sir Oswald Mosley la British Union of Fascist , que el fascismo sería mainstream en la política británica. El BUF comenzó con 40.000 miembros y Mosley estableció estrechos vínculos con oficiales nazis, incluyendo al Ministro de Propaganda del Reich, Joseph Goebbels

Para ayudar a Hitler a impulsar la iniciativa, el Banco de Inglaterra le otorgó un crédito de 4 millones de libras para facilitar la movilización de los créditos comerciales alemanes, y pudieran cancelar viejas deudas con dinero fresco.

El rey Eduardo VIII pasó a la historia como el monarca que abdicó por el romance con Wallis Simpson, una estadounidense común y divorciada. En realidad, el problemita de Eduardo era su abierta simpatía con los nazis. Tras abdicar, Eduardo visitó Alemania en 1937 como Duke de Windsor. Allí expresó su apoyo total a la dictadura del Führer.

Tres años mas tarde, haría el temible comentario ante el diplomático español, que Franco hizo llegar a Hitler. Según información revelada en 2003, oficiales del Partido Nazi planeaban ponerlo nuevamente cuando ocuparan el Reino Unido.

El caso de Edward lejos estuvo de ser una rareza. Su sucesor en el trono, Jorge VI, enviaba afectuosos saludos de cumpleaños a Adolf Hitler.

Eduardo VIII observa como su esposa Wallis Simpson saluda a Adolf Hitler.
El dato
El Palacio de Buckingham fue sometido a permanentes acusaciones por los vínculos de la familia Windsor con el nazismo, y nunca accedió a abrir sus archivos. Según expertos, gran parte de la correspondencia que puede demostrar estas relaciones fue destruida para encubrir la historia.

 

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