Disfraces de Carnaval para que los partidos recuperen estima y credibilidad

¿Deberían disfrazarse los partidios en Carnaval?
¿Deberían disfrazarse los partidios en Carnaval?

El Partido Popular tirará de azul pitufo, el Partido Socialista escenificará el cuento de la Cenicienta y Podemos recreará en su charanga los personajes del Mago de Oz.

Disfraces de Carnaval para que los partidos recuperen estima y credibilidad

El Partido Popular tirará de azul pitufo, el Partido Socialista escenificará el cuento de la Cenicienta y Podemos recreará en su charanga los personajes del Mago de Oz.

Cantaba Celia Cruz que la vida es un carnaval, que es más bello vivir cantando y que no hay que llorar. Música optimista y vitalista que a muchos le sonará disonante en estos tiempos pero sin duda todos bailarán la semana que viene. Vuelve el carnaval y con él, el desenfreno y las máscaras. Se dice que el antifaz tiene un efecto igualitario además del liberador. Y no es que andemos sobrados ni de una cosa ni de la otra…

El caso es que unos optarán por el travestismo; otros, por disfraces de actualidad. Los habrá clásicos y los habrá modernos. Simples y complejos, imaginativos y aburridos, individuales o colectivos… Entre estos últimos, los partidos políticos podrían dar muestras de su tan traída conexión con la sociedad tirando de hilo y confeti. Premios no les iban a faltar.

El Partido Popular: azul de pitufos

Los populares lo tienen fácil. El azul de los personajes y la barba del Papa Pitufo remiten al color corporativo y al líder. Mariano Rajoy encabezará el grupo. A su lado, soberbio y recto, caminará el pitufo filósofo, José María Aznar. Detrás irá el resto del grupo. Javier Arenas como pitufo bromista tratará de animar la fiesta con su chispa andaluza. Como pitufo aprendiz irá el ministro José Ignacio Wert, jugando con sus experimentos y pócimas erróneas. Cristobal Montoro será el pitufo fisgón. Como pitufo gruñón habrá que escoger entre Rafael Hernando o Martínez Pujalte puesto que ambos tienen reconocidas condiciones para el personaje. La seriedad de Luis de Guindos casa con el papel de pitufo financiero, aunque muchos echarán de menos a Luis Bárcenas para este personaje. A su lado recitará versos y mensajes el pitufo poeta, González Pons, que tratará de animar al taciturno pitufo llorón, el ex ministro Ruíz-Gallardón. Todos ellos hablan en pitufo (un idioma propio que no entiende el resto de mortales) escapan de Gargamel (un hombre malvado con coleta) y veneran a la pitufina. Para la única representante femenina de la charanga hay varias candidatas que bordarían el personaje: Ana Mato por su candidez o Esperanza Aguirre por su capacidad persuasiva.

El Partido Socialista: Cenicienta

Los socialistas pueden tirar de clásicos. Cenicienta, el cuento de los Hermanos Grimm, se ajusta al partido como un guante. Lo primero que tendrán que decidir es qué vestuario llevará Pedro Sánchez en el desfile. ¿El delantal manchado de ceniza o el vestido azul del baile? Si la encuesta se hace en la Federación de Madrid parece que el secretario general del PSOE no dejaría de limpiar el suelo de la carroza… Sentadas en dos sillas irán Felipe González y Rodríguez Zapatero como Anastasia y Drizella, las malvadas hermanastras. La burla de Cenicienta será constante porque ellas sí que saben tratar a los príncipes y además están acostumbradas a cenas privadas… Susana Díaz lucirá en el papel de Madrastra. Ella ostenta el poder y deberá maltratar a la pobre Cenicienta. El PSOE atraviesa horas bajas y ni siquiera el Carnaval anima sus corazones. Les cuesta completar el grupo y a estas alturas no hay quien quiera encarnar al Príncipe que se enamora de Cenicienta…

Podemos y el Mago de Oz

La charanga de Podemos será plural, abierta y alegre. Por eso no habrá reparos para que Tania Sánchez encarne a Dorothy Gale, esa joven huérfana y soñadora que emprende un viaje hacia la Ciudad Esmeralda para que el Mago de Oz la envíe de vuelta a su mundo. Con ella irá Íñigo Errejón, que ya tiene su disfraz de Hombre de hojalata (un leñador que no puede moverse porque está oxidado) y Juan Carlos Monedero, que está liado con otras cosas y aún no ha decidido si quiere encarnar al Espantapájaros con la cabeza llena de paja o al león cobarde que busca dotarse del valor perdido. La comparsa se moverá en la calle a golpe de tambores y cánticos contra las malvadas brujas del Este y del Oeste, representadas en pancartas que llevarán docenas de figurantes. En una tarima sobresaldrá Pablo Iglesias como el Mago de Oz, un mago impostor que atrae al público convenciéndolo de que tiene la capacidad de arreglarlo todo. Irá vestido con ropas llamativas, controlará todos los automatismos de la carroza y estará iluminado con luces de colores que, como en el cuento, el mismo acciona. Los chicos de Podemos repartirán gafas con cristales púrpuras entre el público mientras por los altavoces suena Purple rain….

… No hay que llorar, cantaba Celia Cruz. La vida es un Carnaval y es más bello vivir cantando.

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