Diez años sin Marlon Brando: en la que fuera su isla privada se ofrece alojamiento

Se convirtió en el referente profesional de los grandes intérpretes del mejor cine, pero el trágico destino de sus hijos marcó el fin de sus días.

Diez años sin Marlon Brando, que murió a los 80 años. La profesión de actor le ayudó a canalizar una infancia problemática y se convirtió en el referente profesional de grandes intérpretes -tal vez fue el mejor actor de la historia-, pero el trágico destino de sus hijos marcó el fin de sus días. En la que fuera su isla privada, se ofrece alojamiento desde el 1 de julio. Este martes que se cumplen diez años de su muerte, casi es mejor quedarse con sus éxitos que con su trágica vida personal.

Doble ganador del Óscar (La ley del silencio, 1954, y El Padrino, 1972), cuentan que hizo del método su forma de vida y que protagonizó obras para el recuerdo como Un tranvía llamado deseo (1951), Viva Zapata! (1952), Julio César (1953), Sayonara (1957), Último tango en París (1972) y Una árida estación blanca (1989). Por todas ellas fue nominado a los premios de la Academia.

Todas las estrellas bebieron de él, desde James Dean a Paul Newman, pasando por Robert De Niro, Sean Penn, Al Pacino o Gene Hackman. Brando no actuaba, sino que era. Frank Sinatra le bautizó como "mumbles" (murmullos) por su manera de entonar los diálogos.

Su primera mujer fue Anna Kashfi. Después llegó a su vida la actriz Movita Castañeda y finalmente la nativa de Bora Bora Tarita Teriipia. Entre ellas, incontables romances y relaciones fallidas para un genio que dedicó parte de sus esfuerzos fuera de la gran pantalla a ayudar a minorías, especialmente a los indios americanos.