Cuando habla de Maragall, a Bono tal vez procede decirle: haber hablado a tiempo

Pasqual Maragall con los periodistas Antonio Franco, a la derecha, y José Luis Gómez. / Albert Bertrán, de El Periódico
Pasqual Maragall con los periodistas Antonio Franco, a la derecha, y José Luis Gómez. / Albert Bertrán, de El Periódico

El ex ministro José Bono, en la segunda parte de sus Memorias, revela que ya hace nueve años sabía que Pasqual Maragall iniciaba la secesión de Cataluña.

Cuando habla de Maragall, a Bono tal vez procede decirle: haber hablado a tiempo

El ex ministro José Bono, en la segunda parte de sus Memorias, revela que ya hace nueve años sabía que Pasqual Maragall iniciaba la secesión de Cataluña.

En vez de denunciarlo públicamente entonces, cuando la población independentista no suponía más del 15% y el proceso aún era parable, calló como un muerto, para vender ahora un libro de recuerdos más o menos creíbles, pero atentatorios contra la unidad de España.

El ex ministro de Rodríguez Zapatero, según sus propias memorias, acusó al catalán de mentir a sus compañeros de partido y de “caminar hacia posiciones independentistas”. Llamó a continuación a su jefe de filas en La Moncloa y le dijo que “Maragall no debería estar en el partido”.

Como se ve, nada pasó de murmuraciones entre bastidores, no fuese a perjudicarse la presidencia de la Generalitat en manos del PSC-PSOE. Ahora, nueve años después, José Bono tiene la osadía de decir: “Lo grave sería nuestro silencio; el silencio de quienes defendemos la Constitución”.

A buenas horas, mangas verdes. De haberse dicho y hecho lo que entonces correspondía a quienes tenían responsabilidades de Gobierno, otra cosa hubiese pasado.

Pero es que el camino hacia la secesión que se fraguaba por los ideólogos del socialismo catalán cuando el independentismo no interesaba ni al 9 por ciento de los ciudadanos, viene de lejos. Recuerdo un encuentro en 1999 con Rodríguez Ibarra, presidente a la sazón de Extremadura, con un grupo de periodistas. Si la memoria no me falla, allí estábamos Antonio Franco, Miguel Ángel Liso, Nieves Navarro, José Luis Martínez, Faustino Fernández Álvarez, José Luis Gómez, Jesús Montesinos y yo. Preguntado el presidente extremeño por la militancia de Maragall, a su pesar reconoció: “Es más nacionalista que socialista”.

Pues no pasó nada salvo el crecimiento galopante del soberanismo catalán, el hundimiento del PSOE y las vísperas de la fragmentación de España. Eso sí: todo el mundo es muy listo y lo sabía ya hace un montón de años aunque guardaba su revelación para hacerlo en forma de Memorias.

¡Ah, si algunos con autoridad hubiesen dicho y hecho a tiempo lo que debían…!

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