Continúan las protestas en Ferguson por la muerte del joven Michael Brown
Malos tiempos para Obama. Se trata de una de las jornadas más violentas según los medios locales, con al menos dos heridos por arma de fuego y 31 detenciones.
Una de las jornadas más violentas según los medios locales con al menos dos heridos por arma de fuego y 31 detenciones
Aproximadamente dos semanas después de la tragedia de Ferguson (Misuri, EE.UU) en la que Michael Brown, un joven afro-americano de 18 años era abatido a tiros por un policía mientras se encontraba desarmando, continúan las manifestaciones en protesta contra las fuerzas de seguridad del Estado. Los manifestantes acusan al cuerpo de policía, en su mayoría de raza blanca, de actuar con racismo en una localidad de 21.000 personas de las cuales dos tercios de la población son de origen afro-americano.
La llegada de la Guardia Nacional a la ciudad no ha impedido que centenares de personas se reunieran ayer por la noche en la Avenida West Florissant, por novena vez, para llevar a cabo una concentración que comenzó de forma pacífica y que finalmente se saldó con varios heridos y al menos 31 detenciones, una de las jornadas de protestas más violentas según los medios locales con al menos dos heridos por arma de fuego.
El presidente Barak Obama ha decidido enviar a su fiscal general, el señor Erik Holder, al lugar de los hechos para intentar aclarar lo sucedido. El jefe de Policía del Condado de Saint Louis asegura que Brown agredió al agente y este habría respondido con seis disparos mientras el joven huía. Varios testigos aseguran que Brown se encontraba inmóvil con las manos en alto cuando recibió los disparos que acabaron con su vida.
El debate acerca de la militarización de la policía en EE.UU está abierto, numerosas organizaciones a favor de los derechos civiles se han pronunciado en contra de la respuesta violenta de los agentes contra los manifestantes y desde la Casa Blanca animan al Congreso para que revise los protocolos de actuación policial.
