La clase política busca en el lenguaje del fútbol nuevas fórmulas de alienación

Pablo Iglesias, líder de Podemos.
Pablo Iglesias, líder de Podemos.

Su utilización de expresiones futbolísticas es una forma de situar al ciudadano de verdadera conciencia social a la misma altura que la versión más relajada de sí mismo

La clase política busca en el lenguaje del fútbol nuevas fórmulas de alienación

Por si no teníamos suficiente con expresiones como 'poner en valor', 'dinamizar' o 'altura de miras', la clase política española continúa ampliando su particular lenguaje, al que ahora y procedente del mundo fútbolístico se incorpora el tan manido 'partido a partido' de Simeone, rescatado recientemente por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para contener la euforia de la progresía ante los buenos resultados de esta organización en las últimas encuestas.

 

Que el fútbol es un fenómeno de masas para el entretenimiento es una certeza. Que la clase política utilice expresiones o conceptos procedentes de él dice más de lo que en principio podría parecer, ya que es una forma de situar al ciudadano de conciencia social a la misma altura que la versión más relajada de sí mismo, aquella a la que voluntariamente reduce al mínimo exponente su receptividad como forma de desconexión. Me explico...

 

Muchos consumen fútbol para hacer un merecido paréntesis en una vida donde abundan las preocupaciones laborales, familiares, sociales y de otra índole. Es por ello que habitualmente nos conformamos con expresiones futbolísticas de escaso calado. Se trata de momentos para disfrutar mucho y pensar poco, como el que decide ver una comedia desternillante en una sala de cine.

 

De la política, sin embargo, no esperamos eso, sino todo lo contrario. El ciudadano quiere concreción, corrección y coherencia, por lo que no somos pocos los que pasamos algo de vergüenza ajena al escuchar conceptos vagos o expresiones vacías de boca de unos cargos públicos que buscan una y otra vez escurrir el bulto o simplemente salvar el expediente, excepto en honrosos casos.

 

El lenguaje político, curtido en mil batallas, también cuenta con su fiel servidor, el 'señor eufemismo', que permite hacer pasar por banal un problema serio y real. Todo con su capa de barniz a un lenguaje ya de por sí de cartón piedra. Seguro que muchos de ustedes tienen en su cabeza su particular recopilación...

 

En definitiva, la comunicación política cuenta ya con suficientes clichés o expresiones que exasperan a la ciudadanía como para recurrir ahora también al lenguaje futbolístico como herramienta de alienación. Como dijo alguien, “fútbol es fútbol”. Yo añadiría: “y nada más”.

 

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