La carga impositiva en Europa no está armonizada y en España además es injusta

aHOGAR, DULCE aHOGAR
aHOGAR, DULCE aHOGAR. / Manel Vizoso

En la Unión Europea los impuestos no están armonizados y en España cada comunidad hace lo que quiere donde tiene transferencias, produciendo desequilibrios que se eternizan y agravan.

La carga impositiva en Europa no está armonizada y en España además es injusta

En la Unión Europea los impuestos no están armonizados y en España cada comunidad hace lo que quiere donde tiene transferencias, produciendo desequilibrios que se eternizan y agravan.

 

Europa tiene una moneda única sin armonización fiscal. Los países de la zona euro no acomodan su carga impositiva al producto del que viven, unos gravan el beneficio de las empresas con un 12% y otros con un 40%, con una importante repercusión según lo que produce cada uno.

En España tampoco hay armonización. Algunos desequilibrios son alarmantes. De las diecisiete comunidades autónomas en que se ha dividido la Administración del país, solo cuatro aportan más de lo que reciben, o en otras palabras, hay trece comunidades que solo reciben o como mucho se mantienen equilibradas. Esto es así todos los años y seguirá así si algo no cambia en el sistema o los que pagan no se cansan de pagar.

La solidaridad consiste en dotar a todos de las mismas oportunidades, como en el fondo hizo Europa con España mientras no tuvo infraestructuras de carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, puertos, depuradoras, etc., pero una vez que todos estamos ya con las mismas posibilidades, dejaremos de recibir subvenciones y pasaremos a ser contribuyentes netos, lo cual debe ser motivo de orgullo ¿Ocurrirá lo mismo en España con sus comunidades? Parece que no.

Dicho en pocas palabras, y al margen de las tres comunidades con fiscalidad diferenciada (País Vasco, Navarra y Canarias), las cuatro comunidades del régimen común que ponen el dinero para la solidaridad son: Madrid, con 16.000 millones de €, el doble que la siguiente, Cataluña, que aporta 8.000 millones, Baleares y la Comunidad Valencia. Quede claro que, en el fondo, no significa que sea un mal negocio, porque en Europa el que más aporta es Alemania, que con los mercados que se le abren compensa ampliamente el déficit, algo que deben aprender los independentistas catalanes si piensan que les sobrarían 8.000 millones de euros al año.

Si analizamos las razones que pueden llevar a esta situación, nos encontraremos con que Andalucía es la que soporta una mayor carga impositiva en porcentaje, mientras que Madrid es la que menos y precisamente por eso recauda más. Por citar un ejemplo, si en Andalucía hay un impuesto de donaciones o herencias del 29% y en Madrid del 1%, y además no hay impuesto del patrimonio ¿dónde creen que las grandes fortunas establecerán su residencia?

Esta situación pudo estar justificada pero es necasario ponerle un fin. Al igual que en un estado federal o confederal, todas las comunidades deben contribuir al mantenimiento del Estado, que además de sus propios gastos por competencias no transferidas, tiene la obligación de garantizar los servicios mínimos de sanidad, educación, defensa, o lo que se establezca. Mucha gente piensa que hay cifras de paro que no se justifican sin una economía sumergida. Es duro decirlo pero no caben muchas más explicaciones. 

Armonicemos Europa para las empresas, armonicemos España para los ciudadanos y empresas, y fijemos de una vez claramente cuáles son los servicios mínimos por el hecho de ser españoles. Luego puede haber mucha solidaridad, pero no establezcamos como definitiva la situación de que cuatro comunidades paguen eternamente la solidaridad porque eso no tiene mucho recorrido.

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