La banca española se llenó los bolsillos con dinero de todos y sigue sin dar créditos

Publicidad del Banco Santander.
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Sólo en ayudas públicas a la banca, España ya va por los 55.500 millones de euros, que es más de lo que se recauda por IVA en todo el año. Más del 5,5% del PIB.

La banca española se llenó los bolsillos con dinero de todos y sigue sin dar créditos

Las cosas de la economía andan un tanto apuradas. No ya las de este año, que se da por perdido, al menos en términos de crecimiento y de empleo, sino también las del que viene, que en principio debe ser el del inicio de la recuperación, hasta alcanzar un crecimiento del 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB).

El origen del problema sigue siendo el mismo: insuficiente actividad produce insuficientes ingresos fiscales que al restarle los gastos da lugar a un saldo negativo, es decir, un déficit elevado, fuera de la ortodoxia del euro. Por esa razón hemos escuchado en las últimas horas dos cantos de sirena: uno, el del ministro de Economía, Luis de Guindos, que habla de realizar más ajustes en futuros ejercicios, para rebajar los gastos –señal de que confía poco en el crecimiento-, y otro, el del gobernador del Banco de España, Luis Linde, que observa riesgos para cerrar el déficit de las administraciones públicas este año en el 6,5% previsto, partiendo de un 6,84% en 2012.

Cuando peor sea ese resultado más aumentará, lógicamente, el conjunto de la deuda, camino del billón de euros, al igualar su cuantía con el valor de la riqueza de un año: el 100% del PIB. Son cuentas malas que si algo prueban es la debilidad de la economía española, donde se sigue confiando en exceso en la rebaja salarial –para ser más competitivos al estilo de los chinos- y en recortar el gasto social, sin distinguir apenas entre gasto corriente superfluo y gasto social imprescindible.

Continúa siendo un misterio por qué el Gobierno de Rajoy no ha aprovechado la crisis para hacer una verdadera reforma política de la estructura administrativa del Estado, en vez de hacer cuatro retoques y cargarse, por el contrario, dos puntales del Estado de bienestar: la educación y la sanidad.

Por no hablar de la banca, cuya ineficiencia e incompetencia es manifiesta. Los españoles han hecho un esfuerzo extraordinario para sanear los bancos y mantener en sus puestos a profesionales que siguen ganando verdaderas salvajadas para que a estas alturas siga sin fluir el crédito.

Solo en ayudas públicas a la banca vamos ya por los 55.500 millones de euros, que es más de lo que se recauda por IVA en toda España en un año. Y si le sumamos los recursos del Fondo de Garantía de Depósitos, andamos por los 70.000 millones, que es lo que se ingresa por IRPF.  Hablamos de un 7% del PIB y, encima, no hay crédito para las pymes, que son las que realmente pueden levantar España.

El Gobierno tiene muy difícil explicar esta situación, que más allá de si es política neoliberal o conservadora, resulta que es ineficaz, insolidaria e injusta. Ganar dinero tomándolo prestado al 0,5% para colocarlo en renta pública al 4,5% eso lo sabe hacer cualquiera. Está llegando un momento en el que a las críticas de la izquierda –descontadas, cuando gobierna la derecha-, se le van a sumar los reproches de la derecha económica ligada a la producción: empresarios, profesionales, etcétera. ¿O precisa la banca española más ayudas públicas?

Un ejemplo concreto: las cifras de créditos e hipotecas de los grandes bancos españoles en Galicia son literalmente ridículas. Se salvan a duras penas las de Novagalicia Banco, por ser Galicia su único mercado. Cuesta creer que quienes están haciendo eso en Galicia todavía quieran tener más cuota de mercado –de pasivo, se supone-, optando al control de Novagalicia Banco. @J_L_Gomez

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