Con el avance de la tecnología se da un consumo abusivo de medicamentos

En Argentina el consumo abusivo e ilegal de anabólicos parece no tener ningún tipo de impedimentos
En Argentina el consumo abusivo e ilegal de anabólicos parece no tener ningún tipo de impedimentos.

En Argentina el consumo abusivo e ilegal de anabólicos parece no tener ningún tipo de impedimentos. Más allá de las advertencias  y los esfuerzos de la ANMAT la demanda continúa.

Con el avance de la tecnología se da un consumo abusivo de medicamentos

En Argentina el consumo abusivo e ilegal de anabólicos parece no tener ningún tipo de impedimentos. Más allá de las advertencias  y los esfuerzos de la ANMAT la demanda continúa.

Es de público conocimiento que en la última década ha aumentado la preocupación de las autoridades sanitarias de todo el mundo por la creciente oferta de medicamentos por Internet, correo electrónico y/o vía postal. Esta situación se sustenta en que bajo estas circunstancias no es posible garantizar la calidad de los fármacos que se adquieren, favoreciendo todas las aristas del hábito de la automedicación y haciendo un sistema de salud insano.

En Argentina, dicha actividad se encuentra prohibida por la Resolución M.S. Nº 1644/08 http://www.anmat.gov.ar/webanmat/Legislacion/Medicamentos/Resolucion_1644-2008.pdf , que en su artículo 9º dispone la prohibición de venta de medicamentos por vía postal, electrónica, telefónica, por Internet o cualquier otra modalidad que pueda ser considerada. A su vez, debemos tener en cuenta que la Ley Nº 16.463 http://www.anmat.gov.ar/fna/16463.asp  en su art. 19, ha prohibido “toda forma de anuncio al público de los productos cuyo expendio sólo haya sido autorizado bajo receta”, ello se complementa con la Disposición Nº 4980/2005 de la ANMAT http://www.anmat.gov.ar/webanmat/Legislacion/NormasGenerales/Disposicion_ANMAT_4980-2005.pdf   que en su artículo 17, del Anexo II, ha establecido que Internet no podrá utilizarse como un mecanismo de venta directa de especialidades medicinales y medicamentos fitoterápicos de venta libre.

En Argentina, la ANMAT -Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica- es quien autoriza los medicamentos que serán comercializados, además de supervisar junto con las autoridades sanitarias provinciales los canales legales de su aprovisionamiento a la población. Esto se realiza con el firme objetivo de asegurar que los fármacos posean la calidad adecuada, que sean eficaces y seguros, que se conserven como corresponda y que se dispensen con la información necesaria para su uso correcto, todo con la finalidad de lograr mejores resultados terapéuticos, otorgando por decantación una mejor calidad de vida para los potenciales consumidores. Por ello, para comprar medicamentos de forma segura los pacientes deben acudir a las farmacias debidamente habilitadas, previa consulta con el médico o el profesional sanitario correspondiente.

A pesar de todos los esfuerzos y el conocimiento vertido continúa en ascenso este tipo de accionar por lo que resulta esencial concienciar a la población que los medicamentos que se suministran a través de Internet tienen riesgos importantes para la salud, y las razones son varias: 

> Se desconoce su origen, es decir, no es posible afirmar que no sean productos falsificados, adulterados o robados.

> Los proveedores de estos productos actúan por fuera de los canales legales de provisión, los cuales no están supervisados ni fiscalizados por la ANMAT y las autoridades sanitarias provinciales. Por lo tanto, no puede asegurarse que su conservación, manipulación, transporte y entrega se efectúen en condiciones adecuadas.

> La venta de estos medicamentos se realiza generalmente al margen de la necesaria prescripción y posterior seguimiento médico, favoreciendo la automedicación y el uso inapropiado de los mismos, pudiendo desencadenar consecuencias negativas, tales como consumir el medicamento inadecuado, generar resistencia al principio activo, padecer eventuales interacciones medicamentosas y complicar otros padecimientos de salud o tratamientos que se estuvieran realizando, además de exponerse a los efectos adversos propios de cada droga.

En Argentina ha crecido en forma abrupta esta operatoria, siendo un claro ejemplo las advertencias realizadas por la ANMAT sobre el consumo abusivo de anabólicos. La Nandrolona es el único esteroide anabólico autorizado como especialidad medicinal, la que sólo puede expenderse bajo receta archivada y de acuerdo a la indicación del médico. No obstante, es sabido que otros anabólicos -tales como el Estanozolol y la Testosterona- no aprobados para su venta por esta administración, se comercializan a través de Internet y se consumen de manera indiscriminada e ilegal, sin prescripción médica, en algunos gimnasios y otros ámbitos del deporte. El consumo de Nandrolona, así como el Estanozolol, la Testosterona y otros anabólicos se encuentran prohibidos por las normas antidopaje, tanto antes como durante la competencia. A pesar de ello algunos deportistas los utilizan para aumentar su rendimiento, sobre todo en el caso de actividades como el fisicoculturismo, corredores de velocidad y lanzadores, entre otras.

A modo de conclusión, y como profesional de la salud, sugiero a la población que se abstenga de adquirir y/o consumir cualquier tipo de fármaco de procedencia desconocida o que no se expenda por las vías legítimas de comercialización; ello incluye tanto aquellos que se ofrecen por los medios antes mencionados (páginas Web y mensajes de e-mail) como así también los que se promocionan mediante cualquier tipo de avisos.

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