Amancio Ortega, el tercer hombre más rico del mundo, es 'el jefe' de Inditex
En Inditex, Isla es el presidente, pero Ortega es “el jefe”. Así lo ve al menos el guardia de la entrada a su sede central, en Arteixo (A Coruña), cada vez que alerta a sus compañeros de que “entra el jefe”.
El empresario mexicano Carlos Slim, con una fortuna de 73.000 millones de dólares (56.190 millones de euros), sigue siendo el hombre más rico del mundo, según la revista 'Forbes', pero como se distraiga viene pisando fuerte el gallego Amancio Ortega, cuya riqueza personal -la tercera del planeta- ya es de 43.800 millones de euros y está por delante de la de Warren Buffett. En segundo lugar sigue Bill Gates.
En Inditex, Pablo Isla es el presidente, pero Amancio Ortega es “el jefe”. Así lo ve al menos el guardia de seguridad de la entrada a su sede central, en Arteixo (A Coruña), cada vez que alerta a sus compañeros de que “entra el jefe”. Suele hacerlo casi a media mañana, en un Mercedes negro, donde se sienta al lado del conductor, con su camisa blanca sin corbata y su americana de tonos oscuros.
Entra el jefe pero tampoco causa ningún revuelo. Ortega no se dirige a ningún gran despacho, sino que se mezcla con sus diseñadores en una inmensa sala donde se le ve a la distancia que un portero ve a otro en un campo de fútbol. Habla con todo el mundo y discute de las formas de la moda.
No lejos de su Babel del diseño, donde se hablan decenas de idiomas, también puede vérsele en la calle de escaparates de prueba que alberga la central de Zara, y que recrean cómo serán los verdaderos. Aun así, lo habitual es que él vaya después a las grandes tiendas y recoloque alguna cosa, una vez visto cómo reacciona la clientela, que en Zara es mayoritariamente femenina.
Todo es tan fantástico en el planeta Inditex que también puede parecer increíble, como el equipo de costureras que confeccionan las primeras prendas en máquinas de coser como las de casa. La informática va detrás pero el factor humano no ha muerto en Arteixo, un mundo en el que esas costureras con aire de pueblo conviven con espectaculares modelos que llegan de medio mundo para probar prendas y dejarse fotografiar.
Rosalía Mera, la española más rica
La gran historia de Inditex se cuenta en realidad con pequeñas cosas que no figuran en los balances. La primera tienda de Zara abrió en 1975 en A Coruña, ciudad en la que iniciaron su actividad Ortega y su ex mujer, Rosalía Mera Goyenechea, y en la que ahora se ubican los servicios centrales de una gran multinacional, objeto ahora de ampliación: nada menos que en 70.000 metros cuadrados. Rosalía Mera es por cierto la segunda fortuna española, aunque ella está en el puesto 195 de la lista de 'Forbes'.
Sus 6.000 tiendas, instaladas siempre en emplazamientos privilegiados -el más emblemático en la Quinta Avenida de Nueva York-, están presentes en casi medio millar de ciudades de Europa, América, Asia, Australia y África, y en 2013 se prevé que Asia –dado el creciente peso de China- represente más del 20% de su mercado. La Red es otro canal importante para todas sus marcas; máxime desde zara.com, que recibe un millón de visitas al día.
La globalización ha propiciado un único tablero sobre el que compiten las grandes firmas de moda. Inditex, dueña de un total de ocho marcas -nueve con Zara Kids-, así lo entiende y por ello refuerza su peso internacional. El grupo ha incrementado su ritmo de aperturas en el extranjero hasta llegar a 2012 con un 75% de sus ventas en el exterior. Dentro y fuera de España, su refinada logística está preparada para transportar a cualquier rincón del planeta prendas colgadas y dobladas, que llegan en su forma original a cada tienda, a las 48 horas de pedirlas.
Inditex vale hoy en Bolsa 64.857,5 millones de euros
Con esos mimbres, ¿qué grupo textil vende más en el mundo? Inditex, el de Zara: casi 14.000 millones de euros. ¿Y el que más gana? Desde 2012, también Inditex: 1.932 millones, ya por delante de H&M. ¿Y el que tiene más tiendas? El de Zara: sobre 6.000. ¿Y qué grupo de la moda vale más en Bolsa? Inditex: 64.857,5 millones de euros a día de hoy, por delante de Telefónica, convirtiéndose en la empresa española con más valor. ¿Le queda algún otro récord a los cien mil empleados de Amancio Ortega? Sí: seguir creciendo, cualquiera sabe hasta dónde y hasta cuándo.
La Quinta Avenida es tal vez su escala más estelar en el mundo. Allí, en el 666, se ubica su tienda estrella, tras haber invertido unos 250 millones de euros, más de la mitad del dinero que puso Ortega para comprar el también emblemático rascacielos Torre Picasso de Madrid y cinco veces lo que costó el último gran edificio que adquirió en el Paseo de Gracia de Barcelona, la milla de oro de la ciudad condal. Amancio Ortega convierte así la crisis del ladrillo en una oportunidad y vende en el exterior lo que su gente diseña en A Coruña.
Interior de la tienda de Zara en Nueva York.
Nueva York: La tienda que emociona
En la Quinta está “la tienda que emociona”, como dijo Pablo Isla en su valoración para MUNDIARIO. La treintañera Tamara Barreiro también lo tiene claro: “Zara nos permite ir a la última a un precio razonable”. ¿Pero “emociona” tanto Zara, como piensa Isla? En esto Tamara, que es personal trainer, ya es más cautelosa: “Lo que nos emociona a las mujeres es ir de compras y disfrutar de la moda”. Ella lo sabe bien porque se paseó por Nueva York con un bolso de Zara que en España le había costado unos 50 euros pero que en Manhattan se había vendido a un precio muy superior, algo habitual en Inditex fuera de España.
La tienda neoyorquina es minimalista y divide sus tres plantas de 3.500 metros cuadrados en diferentes espacios separados por biombos traslúcidos. "En arquitectura, un espacio no tiene sentido hasta que una persona entra en él, al igual que en la moda una prenda no tiene sentido hasta que una persona se la prueba y cobra vida", comenta a MUNDIARIO Elsa Urquijo, la arquitecta coruñesa de la macrotienda de Nueva York, en la que el blanco es el rey, con concesiones al gris y muchos juegos de luces. La ropa se expone colgada y sobre algunas mesas, en una huida de las prendas dobladas. Incluso hay salas de estar y pantallas gigantes que dan el toque tecnológico. La idea es dar vida a la ropa, valorar las colecciones de Zara y todo el trabajo que hay en su interior, de ahí que el espacio que Elsa Urquijo concibe para el nuevo concepto de Zara se base en cuatro principios: claridad, funcionalidad, belleza y sostenibilidad. Así es ya la Zara que viene. @J_L_Gomez
