El invierno es la cuarta estación, la última del año. Los días son más cortos y la noche cae mucho antes. A las seis de la tarde ya está todo oscuro. Por la falta de luz y porque las temperaturas son mucho más bajas, la gente se deprime mucho, también en parte, por las tormentas y grandes lluvias. Pero, ¿a quién no le gusta la nieve y no ha hecho alguna vez un muñeco a la intemperie? Las vistas de un paisaje y montañas nevadas son maravillosas. Los niños se divierten mucho y la gente sale a esquiar.
Sin invierno no habría castañas ni Navidad, ni tampoco chimeneas encendidas con la luz del fuego... En la gran ciudad, es sinónimo de atascos, carreteras cortadas, cortes de luz e incomunicación total con el resto del mundo. Ahora se nos va, para dar paso a la primavera, que tampoco parece darse mucha prisa.
