La caricatura personal, por su amplia mirada, su riqueza artística y su vertiente humorística, es un género muy difícil de lograr, que requiere de muchas horas de investigación, observación y estudio, donde la obra se convierte en un retrato, en una divagación psicológica, en un acercamiento a un ser humano que debe ser reconocible e identificable. El dibujante se enfrenta a un reto artístico, a un desafío profesional, cuando quiere captar el “alma” del caricaturizado. No es fácil sintetizar en una imagen el carácter de una personalidad, o sea captar lo que lo distingue de la mayoría.
Ahora la editorial española Nórdica Libros acaba de publicar Caricaturistas de profesión, que en sus 208 páginas, incluye la labor de once dibujantes que “descifran” la fisonomía de sus personajes caricaturizados. Estos autores son: Agustín Sciammarella, Carlos Rodríguez Casado, David García Vivancos. Ernesto Priego Martín, Ivan Mata, Joaquín Aldeguer, María Picassó, Matías Tolsá, Raúl, Thorsten Rienth y Turcios.
El libro, que puede adquirirse en las librerías del país y también en Amazon, es un homenaje a los caricaturistas personales contemporáneos, una reivindicación de este oficio, que no atraviesa ahora su mejor momento, pero que sin duda tiene un lugar central en la historia de la prensa.
MUNDIARIO ofrece a sus lectores en exclusiva algunas de las caricaturas que integran el volumen. @mundiario
