Trudeau justifica el poder de la UE en un emotivo discurso en el Parlamento

El Parlamento Europeo durante una sesión / Twitter
El Parlamento Europeo escucha a Justin Trudeau (centro). / Twitter

El primer ministro de Canadá visitó Estrasburgo para la firma de un polémico acuerdo comercial entre Ottawa y Bruselas, en el que defendió los valores liberales y la globalización.

Trudeau justifica el poder de la UE en un emotivo discurso en el Parlamento

Justin Trudeau fue vitoreado durante su comparecencia ante la Eurocámara. El primer ministro de Canadá está en Estrasburgo, Fracia, como parte de la celebración del CETA, un tratado de libre comerci oque la Unión Europea firmó el miércoles. El jefe de Gobierno de Canadá halagó al club continental, perseguido por la creciente ola de populismo y antieruopeísta en varios de sus miembros, catalizados por el Brexit del Reino Unido.

"La UE es un logro extraordinario. Un modelo de cooperación pacífica. Es vital para resolver los desafíos a los que nos enfrentamos en la comunidad internacional. El mundo entero se beneficia de una Europa fuerte", proclamó Trudeau. El canadiense mencionó "valores compartidos" entre su país y el Viejo Continente, entre los que incluyó "la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos, la inclusión y la diversidad". Pero probablemente la cumbre de su discruso llegó cuando motivó a Bruselas a unirse a Canadá para hacerse con liderazgo económico mundial. Sin referirse eplícitamente a Donald Trump, Trudeau condenó las polícas proteccionistas.

"Hay mucha ansiedad ahí fuera sobre el futuro. Hay que crear oportunidades para las clases medias. Tenemos que reconocer que hay mucha inquietud y ser capaces de responder a esa inquietud", prosiguió. Trudeau enfatizó que todo tratado comercial como el CETA debe firmarse con la intención de beneficiar a todos quienes quieren un mundo justo para sus hijos y, a grandes rasgos, a quienes se han visto perjudicados por las balas perdidas de la globalización. De acuerdo a lo que redacta El País, Trudeau indicó que la mejor forma de combatir la extendida ola de pesimismo económico global es un comercio "que tenga en cuenta los valores sociales, los derechos humanos y el medio ambiente".

El jefe del Gobierno de Canadá es una de las grandes esperanzas en la lucha contra el populismo y el proteccionismo, ambas corrientes que tocan las emociones de millones de personas en el mundo. El Ejecutivo de Trudeau trabaja para demostrar que se puede estar abierto económicamente al mundo y aun así repartir beneficios equitativos a todas las personas, propiciando un crecimiento justo.

El CETA estará vigente a partir de esta primavera, a falta de que sea ratificado por los Parlamentos tanto nacionales como regionales. Tras ocho años de negociaciones, el Parlamento Europeo aprobó en una votación que se eliminaran las tarifas comerciales a todos los bienes y servicios que se comercien entre ambos bandos. De acuerdo a los datos que maneja el club continental, este tratado aumentaría el comercio con el país norteamericano en un 20% y propiciará un ahorro de 500 millones anuales en aranceles que dejará de pagarse. No obstante, los más críticos al pacto aseguran que los estatutos de éste están diseñados para beneficiar a las grandes multinacionales, saltándose los intereses públicos.

Como fuera, el pacto llega como un bálsamo para las dos partes, debilitadas por los sucesos políticos recientes. La Unión Europea, para ganar, o recuperar algo del prestigio mundial que perdió tras el Brexit del año pasado. Ottawa, en cambio, lo hace en un momento en que necesita buscar un socio si al final nunca llega a un entendimiento con Washington.

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