La España armada

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Hombre con un arma.

En España hay más de 130 empresas dedicadas a la fabricación de armas de defensa. Con un arma por cada 16 habitantes en la calle, la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil  lleva a cabo un control exhaustivo de las escopetas, carabinas, rifles, pistolas, arcabuces, etc.

España, con una de las legislaciones más restrictivas del mundo en el uso y pertenencia de armas junto a Portugal, ocupa el décimo octavo puesto en el ranking mundial de posesión civil de armas de fuego. Un puesto por debajo de Pakistán y encabezada por los Estados Unidos de América.La Constitución Española declara que el Estado español "tiene competencia exclusiva sobre la producción, venta, posesión y uso de armas y explosivos". La situación en otros estados del Primer Mundo es similar y es objeto de discusión. La ley española no contempla, salvo en casos en los que una persona o entidad resulte expuesta a un grave peligro, ningún uso ni tenencia de armamento que no se halle relacionado con: o bien el tiro deportivo o bien las distintas prácticas permitidas relacionadas con el deporte de la caza.

Para obtener un arma de forma legal necesitamos una licencia. Según la Guardia Civil española debemos acreditar para que se quiere el arma, si es para caza adjuntar una licencia de caza, o bien si es para tiro al plato una tarjeta federativa. También, en la solicitud, se tiene que adjuntar un certificado médico psicofísico, las tasas de 103,47 euros, un examen que se realiza en la comandancia de la guardia civil que es tanto teórico como practico en la que el solicitante debe traer una escopeta para realizar el ejercicio de tiro y un certificado de delitos penales.

Con la licencia de caza podemos acceder a escopetas de caza y armas de un calibre 22, entre ambas pueden ser un número total de doce armas. En cuanto a la caza mayor, son rifles que se usan exclusivamente para esta actividad, y el número es ilimitado. De esta categoría y de esta licencia de armas también se puede tener un CETME,  fusil de asalto del Ejército Español desarrollado en España por el Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales, siempre que tenga un cargador limitado a tres cartuchos y este anulado el tiro a ráfaga.

Existen otro tipo de licencias como las del tipo B, destinada a armas cortas como pueden ser pistolas, pera la única forma de acceder a ellas es mediante una licencia muy restrictiva que concede la Dirección General de Madrid y hay que justificar un riesgo o amenaza. En la actualidad este tipo de armas las llevan consigo algunos políticos, fiscales, jueces, armeros, joyeros o algún funcionario de presiones. Así como la licencia E, destinada a tiro deportivo, que autoriza la adquisición de armas cortas o largas dependiendo de la categoría del tirador.

Una vez obtenida la licencia, el otro requisito que pedía la Guardia civil es un reconocimiento médico y un test psicológico. Para obtenerlo tendremos que ir a un centro especializado para realizar unas pruebas específicas para la obtención de licencias de armas. La primera fase consiste en un psicotécnico de personalidad que consistirá en una serie de preguntas para comprender los rasgos que tiene el sujeto y si su personalidad es la adecuada para poder tener la responsabilidad de portar un arma y utilizarla. Con esto se intenta averiguar si el sujeto tiene problemas de autocontrol o algún tipo de problema personal que pueda hacer que utilice ese arma de una forma inadecuada. Si el test sale positivo tan solo que quedaría pasar un examen teórico ante la Guardia Civil y unas pruebas de tiro y, ya sí, comprar un arma.

El sesenta por ciento en manos de civiles. Adquirir un arma legalmente en España es fácil. No tanto como en paraísos como Estados Unidos o Francia, pero fácil. IPSC Gasteiz, asociación vitoriana en favor del acceso libre a las armas, estima que uno de cada 6.000 habitantes en Barcelona guarda en su chaqueta, al lado de la cartuchera, una licencia de arma corta. Agustín Alberdi, presidente de la Asociación de Armeros de España sostiene que “la delincuencia no se surte de armas legales”. Jorge Caralt, copropietario de la madrileña Armería del Águila argumenta: “La ley dice que un domicilio es inviolable, ¿pero puede la Policía proteger todas las casas de España? Por eso defendemos que cada persona pueda poseer un arma”. 

De los 639 millones de armas ligeras existentes en el mundo, 378 millones son empuñadas por civiles. Según un informe de Small Arms Survey, la organización internacional más importante en la lucha por la erradicación de las armas ligeras, con sede en Suiza, estas cifras reflejan un aumento del 25 por ciento respecto a 2001. Este colectivo señala, “los severos controles de armas en la Unión Europea” como la causa de que la tasa de homicidios en la Unión Europea sea de dos por cada mil personas, frente al seis de Estados Unidos y al veinte de Rusia.

Las asociaciones del sector advierten que hoy en día es un hecho que si alguien quiere un arma la encontrara en el mercado negro, internet facilita este proceso. Desde la comisión europea se busca establecer un marco común para su posesión. España es la décimo octava en el ranking mundial por  número de armas en manos civiles, 4 millones y medio, por detrás de Francia, Alemania o Italia.

Llegamos estos datos a la calle y pedimos a la gente que dé su opinión sobre este tema. Una mujer contesta: “Para mi muy mal, pienso que las armas tienen que estar bajo un control y solo en manos de la autoridad”. Un hombre mayor dice que: “Si son cazadores no me parece que este mal, claro siempre y cuando sean cazadores. Ahora que las tenga un tío para otras cosas no me parece bien”. Una mujer con su niño pequeño de la mano dice mirándolo: “Yo estoy en contra de las armas, me parece mal todo aquello relacionado con la violencia.” Por último una estudiante que iba de camino a la universidad no dice que “también están en manos de los militares, que se creen que pueden hacer lo que quieran, pues también no sé si están correctamente estas pero las armas son malas siempre”.

Armas utilizadas por la policía española. Tienen dos reglas básicas en la seguridad de las armas de fuego y son imprescindibles, ya que de no seguirlas pueden sobre venir accidentes o incluso letales, tanto como para el que las maneja como para las personas que se encuentran dentro del radio de acción de estas. Estas medidas son: primero, siempre que se maneje un arma de fuego se considerara que está cargada y dispuesta para disparar, en el caso de que se le haya perdido la vista se comprobará de vuelta su estado; Segundo, nunca, ni estando descargada el arma se apuntará a algo a lo que no se esté dispuesto a disparar.

Hay dos tipos generales de armas de fuego, armas cortas, que no superan los 30 centímetros de cañón o en su totalidad no exceden los 60 centímetros, y largas, el resto. Dentro de las cortas encontramos pistolas y revólveres. Actualmente, el cuerpo nacional de policía lleva la pistola HKUSP COMPAC, se trata de un arma con armazón en fibra de vidrio mezclada con polímeros y acero, lo que la aligera notablemente. Mecánicamente lleva un sistema de recuperación de doble muelle que le confiere un menor retroceso. Tiene una capacidad de trece cartuchos en el cargador más un cartucho en la recámara.

La seguridad privada, sin embargo, suele portar revólveres de cuatro pulgadas del calibre 38 especial, destinadas para la defensa.

En cuanto a armas de fuego o fisiles de asalto, destaca como una clásica la CETME-C que durante mucho tiempo estuvo vigente en la fuerzas armadas y en los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. En la actualidad predomina el uso del fusil H&K G-36 en las fuerzas armadas y en las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. En cuanto a escopetas, menos comunes, destaca entre la policía la FRANCHI SPAS 12, semiautomática o en modo repetición para recargar manualmente con una adaptación especial para munición como pelotas de goma.

El tráfico ilegal de armas es uno de los tres delitos que genera más dinero a nivel mundial, junto con el narcotráfico y la trata de mujeres.  Pero en España, ¿cómo conseguir un arma de fuego ilegal en España? Algunas tienen 77 años de historia, son de la Guerra Civil. Estas se consiguen a medida que van falleciendo los herederos cuando encuentran un arma en lugar de entregarla a la policía lo que hacen es intentar sacar algún beneficio económico y las ponen en venta a través de internet. Otras son armas legales con todos sus permisos y acaban convertidas en ilegales, procedentes de robos a propietarios legítimos que tienen sus licencias de armas y las poseen legalmente, bien sean tiradores deportivos, miembros de las fuerzas armadas, etc. Las armas detonadoras o de fogueo están permitidas, cualquier persona mayor de edad con su DNI puede comprar una pues  no son un peligro porque solamente emiten el ruido. El delito surge cuando se trucan, la última modalidad es hacerse con un arma montándola pieza a pieza siguiendo tutoriales de internet. Estas armas no están preparadas para soportar la detonación, pudiendo incluso explotar como si de una bomba se tratara. Los precios en el mercado negro van de 300 euros por un arma detonadora transformada a real, si el arma está inutilizada y se ha rehabilitado puede alcanzar los 1.500 euros, las armas de guerra como subfusiles o fusiles de asalto se consiguen desde los 3.000 euros y las armas manchadas que han sido utilizadas en otros delitos anteriores se pueden conseguir a mitad de precio. Todo esto con el peligro que lleva comprar un arma ilegal de este tipo, que hará muy difícil exculparse de los cargos que puedan conllevarle esta arma al recuperarla la policía de sus manos.

Desde 2010 la Guardia Civil ha llevado a cabo trece macro operaciones contra el tráfico ilegal de armas, con 63 personas detenidas y numeroso material incautado. La operación más voluminosa,  con más de 800 armas de guerra modernas, se llevó a cabo en un contenedor del puerto de Algeciras el pasado cuatro de agosto valorada en más de un millón de euros. Las armas procedían de Ghana y tenían como destino Estados Unidos. La investigación sigue abierta. No se desestima ninguna hipótesis, puede que se tratara de una transacción para evadir impuestos o un desvío, cuyos intereses se desconocen aún.

La mayoría de los homicidios en España son cometidos por arma blanca y el 93 por ciento de ellos son realizados por hombres. Un grupo de alumnos de la Universidad de Murcia han estudiado durante el año 2004 los archivos judiciales de nuestro país buscando asesinatos y leyendo sentencias para realizar una radiografía del crimen en España. Los datos han sido publicados en  Morir y matar: homicidios y asesinato, por José Muñoz Clares. Esta obra muestra que de los 370 asesinatos que pasaron por los juzgados, 344 fueron cometidos por varones. En cuanto al número de víctimas, la diferencia se reduce: mientras que el setenta por ciento de los fallecidos son hombres, las mujeres representan el treinta por ciento. Según este estudio.

Los extranjeros conforman una gran parte de estos crímenes. Aunque esta minoría conforma un diez por ciento de la población española, alrededor de cinco millones según el INE, son los causantes de un treinta por ciento de las muertes. Con todo, el estudio muestra que España es uno de los países del mundo con la tasa más baja de homicidios de uno de cada cien mil fallecidos.

El arma blanca es el arma homicida más usada, con una incidencia del cincuenta por ciento, según el autor. Le siguen las muertes provocadas por el uso de las manos, un quince por ciento,  que es muy similar a los que se producen con armas de fuego. La mayor parte de los fallecimientos se producen en horario nocturno, más del sesenta por ciento, seguidas de la tarde, con casi un cuarenta por ciento. Además, José Muñoz Clares argumenta que "hay una preocupante cantidad de personas que alegan afecciones mentales en estos tipos de crímenes", así como "una presencia casi absoluta de la ingesta de alcohol y otras drogas entre las circunstancias eximentes de los delitos".