Mariano Rajoy responderá en bloque a toda la oposición en el Parlamento

El Congreso de los Diputados tendrá a su merced a Mariano Rajoy el miércoles 30 de agosto en horas de la mañana para poder interrogarlo por el caso Gürtel, por el cual ya declaró como testigo ante la Audiencia Nacional. No obstante, la presentación del presidente de Gobierno, que es casi un calco de la del verano de 2013 cuando tuvo que hacerlo por el caso Bárcenas, guarda un asterisco en sus condiciones. Y es que Rajoy no tendrá por qué responder una por una a todas las preguntas que le hagan los portavoces de la oposición en el Parlamento, sino que deberá seguir el orden que le indique la presidenta de la Cámara, Ana Pastor. Se anticipa que Pastor autorice que la respuesta sea a todos al mismo tiempo, como ha pasado en otras sesiones.

Rajoy abrirá el pleno de este miércoles a fin de dar explicaciones sobre su declaración como testigo en la Audiencia Nacional. Dispondrá de todo el tiempo que le plazca en sus réplicas e intervenciones. Los dos partidos encargados de promover esta comparecencia, el PSOE y Unidos Podemos, esperan preguntarle por todo aquello que pasó de responder en la sede judicial.

A partir de la primera intervención del jefe de Gobierno, los voceros de los distintos grupos parlamentarios contarán con 10 minutos cada uno para hacer las respectivas interrogaciones al presidente. La primera en preguntar será Margarita Robles, del partido socialista, y a continuación tocará el turno a Unidos Podemos. De momento, Pablo Iglesias y los suyos no han definido quién tendrá el honor de tomar la palabra contra Rajoy. Posteriormente vendrá el resto de partidos y, por último, el propio PP. De acuerdo a lo programado por Ana Pastor, el presidente podrá contestar en bloque y luego tendrá un turno de cinco minutos de réplica por cada portavoz. Rajoy tendrá nuevamente la oportunidad de responder.

La estructura de esta presentación es muy parecida a la de otros plenos de la cámara. Es más, se repite la estructura del debate al que Rajoy se vio forzado a someterse en el verano de 2013 a raíz del caso Bárcenas. En aquel momento, los conservadores fueron quienes registraron la solicitud de comparecencia a fin de hablar sobre "la situación política y económica", aunque los mensajes de texto que envió al extesorero del PP cuando ya se sabía que éste escondía una auténtica fortuna en Suiza y las citaciones de altos dirigentes del partido en el caso Gürtel fueron los temas protagonistas de aquel evento.

Esta presentación fue forzada en conjunto por el PSOE y Unidos Podemos, cuya iniciativa salió adelante gracias al voto del PNV. Los nacionalistas vascos, sin embargo, reconocieron que lo mejor era que Rajoy se presentara ante la comisión específica creada en la cámara para investigar la financiación del PP, una moción a la que se unió Ciudadanos, que se abstuvo en la votación de este proyecto. En el partido socialista, no obstante, restan importancia a que el presidente tenga que declarar dos veces, pues en el Pleno tendrá que responder a cuestiones que no respondió en la Audiencia Nacional, según su planificación.