Las nueve lecciones de amor que dejó la relación entre Diana y Carlos de Gales

Carlos de Gales, princípe del Reino Unido, y Diana de Gales, filantropa. Kensington Palace.
Carlos de Gales, princípe del Reino Unido, y Diana de Gales, filántropa. / Kensington Palace.

Una de las parejas más conocidas del planeta, se casaron sin una pizca de amor y respeto entre ellos y aunque tuvieron dos increíbles hijos, el final de su relación fue una lección para todas las parejas del mundo.

Las nueve lecciones de amor que dejó la relación entre Diana y Carlos de Gales

La rigidez de la realeza y el imponer un casamiento nunca tuvo una pareja tan trágica hasta Carlos y Diana de Gales. Él es el heredero al trono británico, uno de los más antiguos y respetados de todo el mundo, ella era la hermosa chica aristócrata que fue seleccionada por la madre del novio para convertirse en miembro de una familia que nunca terminó de abrirle su corazón.

Algo irónico, si tomamos en cuenta que Diana fue conocida como la Reina de Corazones, una mujer que gozó de amplia popularidad entre el pueblo británico y miles de personas de todo el mundo. La muchacha inocente convertida en princesa nunca pudo ganarse el corazón de la familia real británica, pero su legado continuó mucho después de su muerte gracias a labor de sus dos hijos, William y Harry.

Pero lo que sucedió entre Carlos y Diana dejó nueve lecciones que vale la pena analizar para que muchos eviten cometerlas y caer en el dolor, el sufrimiento y en un agrio divorcio:

1. No te cases con alguien que te menosprecie: Lady Di se convirtió en el miembro real más popular en poco tiempo. Algo que no le sentó muy bien a Carlos y que indudablemente despertó muchos celos. Por esto, él solía colocarla en segundo plano y era relegada ante su presencia.

2. Si no te hace feliz desde el principio, entonces no vale la pena: la relación entre Carlos y Diana estaba destinada al fracaso desde que el príncipe se enamoró de Camilla. Pero a sus padres no les importó y Carlos nunca supo cómo imponer su voluntad, así que termino casándose con una tibia Diana que también cedió a las voluntades de terceros.

3. Si no se aceptan tal cual son, la relación no va funcionar: ante el mundo, Carlos era el heredero del trono y Diana la espontánea y bella princesa. Pero según se rumorea desde hace años, él siempre vio a Diana como una mujer frívola y poco atractiva; mientras que ella veía a Carlos como aburrido y sumiso. A ella le encantaba la vida cosmopolitan de sociedad y salidas; y a Carlos le gustaban los animales y la filosofía, lo único que tenían en común, era la sangre real.

4. Si no eres feliz por ti mismo, jamás podrás hacer feliz a nadie más: tanto Carlos como Diana compartían un pequeño detalle, ambos tuvieron una niñez desgraciada. Ninguno gozó del amor de una familia bien conformada, por lo que fueron personas muy desgraciadas a lo largo de su vida. La pareja intentó ser feliz por responsabilidad y deberes, pero nunca entendió que sin amor, ni respeto, ni comprensión, era imposible que su relación pudiera lograr algo.

5. La infidelidad no los hará felices: cuando no existe amor o afecto en una relación de la que no se puede salir, los involucrados optan por buscar a otros para satisfacer sus necesidades. Carlos y Diana no fueron la excepción, Camilla y el jinete James Hewitt son la prueba de ello.

6. La relación es una mentira: a Diana le pintaron un cuento de hadas que se tragó sin pensarlo. Ella sería una princesa y el sería su príncipe encantado que por fin la haría feliz luego de tener una vida tan desdichada emocionalmente. Todo esto hizo que se enamorara de la idea, más no de la persona. Porque Carlos y Diana jamás se conocieron.

7. Intenta cambiarte: cuando se asume cierta relevancia o posición social, es normal que algunas cosas tengan que cambiar. Más si se trata de convertirse en la esposa del heredero de la corona, pero la mayoría de los cambios están sujetos a formas de vestir o cambios de peinado, no cuestiones de personalidad o formas de pensar. Entre los príncipes de Gales siempre hubo una tormenta en donde él quería que ella fuera más cerrada y se limitara a cumplir su papel, mientras que ella quería que el fuera más compasivo y cariñoso. Ninguno logró su cometido.

8. La dependencia emocional: la presión que tuvo Diana desde que se anunció que se casaría con el príncipe de Gales derivó en ansiedad, bulimia e intentos de suicidio. La juventud de la princesa hizo que ella desarrollara una dependencia emocional en donde necesitaba de otros para poder sostenerse, y ella creía que su marido la acompañaría en todo el difícil proceso. Pero su matrimonio con Carlos solo terminó empeorando la situación, ya que Diana nunca consiguió que él la apoyara.

9. Acaba con tu círculo social: luego de convertirse en la esposa de Carlos, Diana tuvo que olvidarse de todos los amigos que la rodeaban. En aquellos tiempos, la princesa no gozaba de amistades que fueran parte de la realeza, por lo que fue introducida a un mundo real muy frívolo que la despreciaban por no considerarla como una de los suyos.

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