El Gobierno de Rajoy se está imponiendo políticamente a la oposición

Susana Díaz Javier Fernández Guillermo Fernández Vara.
Susana Díaz Javier Fernández Guillermo Fernández Vara.

Podemos ha asumido el papel de liderazgo mientras el PSOE se precipita a la irrelevancia parlamentaria, con Susana Díaz intentando liderar extramuros del Parlamento, tarea muy difícil.

El Gobierno de Rajoy se está imponiendo políticamente a la oposición

Luego de un año de estéril parlamentarismo, bloqueando la formación del Ejecutivo, han bastado pocas semanas de normalidad institucional para que el Gobierno se imponga políticamente a la oposición. Los primeros debates parlamentarios han revelado varios hechos: el realismo reside en el Gobierno, la oposición está en otros temas (Merkel, TVE, preservativos). También que Podemos ha asumido el papel de liderazgo mientras el PSOE se precipita a la irrelevancia parlamentaria, con Susana Díaz intentando liderar extramuros del Parlamento, tarea muy difícil. Además, algo ha empezado a moverse en el problema catalán con apelaciones constantes al diálogo e indicios de contactos directos.

También el escenario autonómico está brindando movimientos relevantes. La apuesta clara del Gobierno vasco por el desarrollo estatutario en el marco legal, alejándose de cualquier veleidad rupturista o el papel del Presidente Núñez Feijóo, colaborando a la distensión catalana, si bien con un discurso que debe ser leído más en la clave interna del Partido Popular, pues para el gobierno de la Generalitat son argumentos ya superados.

El principal escollo, ya que garantiza la sostenibilidad del gobierno al menos durante un año, es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Las conversaciones a varias bandas, PSOE, Ciudadanos y PNV, permiten  suponer que habrá acuerdo, con mayor  o menor teatralización de las dificultades, algo inherente a la vida política. Los demás asuntos de los que se habla tendrán un tempo inevitablemente más lento, como la financiación autonómica, la reforma educativa o las pensiones. Algunos asuntos forman parte de la agenda pero nadie confía en acuerdos, como la reforma constitucional o la derogación de leyes, que Rajoy ha considerado esenciales.

Las últimas proyecciones demoscópicas, del CIS y de otras fuentes, indican una recuperación del PP, estabilidad de Ciudadanos y de Podemos, así como caída del PSOE

Las últimas proyecciones demoscópicas, del CIS y de otras fuentes, indican una recuperación del PP, estabilidad de Ciudadanos y de Podemos, así como caída del PSOE. Se dibuja así una situación que dificultará acuerdos con Podemos por lo que las reformas donde su concurso sea necesario, serán inviables.

Pese a todo, si la oposición aterriza en los problemas reales, muchos acuerdos son posibles. Comenzando por la fiscalidad. El ministro de Hacienda ha avanzado ya las grandes cifras y las modificaciones tributarias. Hasta ahora las propuestas alternativas han sido mínimas y han rehuido el análisis de ingresos y gastos. Debería de ser el primer acuerdo, en el marco de la Ley de Presupuestos. En pensiones y educación sólo se han iniciado las conversaciones. En financiación autonómica no hay ninguna propuesta ni del Gobierno ni de la oposición.

Estamos ante una ventana de oportunidad, como ocurrió durante los gobiernos de Adolfo Suárez, para el reformismo constructivo. Hacer de la necesidad, virtud, al servicio de las reformas que el país necesita y sobre cuya urgencia existe coincidencia. Si en lugar de oponer un problema a cada propuesta centramos el debate en el núcleo duro de los problemas, avanzaremos y la política será útil. Caso contrario, elecciones en dos años.

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