Ha llegado el momento de releer a John Maynard Keynes

unete_keynes_opt
Keynes.

El sistema capitalista actual, denominado por algunos como “capitalismo salvaje”, ha llevado a las naciones occidentales a una desigualdad social preocupante.

Ha llegado el momento de releer a John Maynard Keynes

Es el momento de que las naciones desarrolladas vuelvan a leer a John Maynard Keynes. Ante los problemas de desigualdad social, las posibles nuevas crisis financieras o el anuncio de restricciones a la globalización imponiendo nuevos aranceles, muchas de las teorías de Keynes vuelven a ponerse de actualidad. Keynes fue el primer economista en exponer macroeconomía, un enfoque macroeconómico de la economía, que rompe con los principios económicos clásicos aplicados hasta entonces. En 1936 publica su gran obra “Teoría General del empleo, el interés y el dinero”. Una obra con contenido social, al orientar a los gobiernos a lograr el pleno empleo para que los ciudadanos tengan una vida digna.

Todo el análisis económico desde entonces viene condicionado por el trabajo de Keynes. La Teoría es general, porque explica el funcionamiento del sistema económico sobre todo con paro, situación de aquel entonces en Gran Bretaña. Sus propuestas, en plena crisis después del crack del 29, tratan de crear empleo y crecimiento.

Propuso aplicar medidas de Política Fiscal, como aumentar el Gasto Público. Keynes dice que el estado debe actuar sobre la Demanda Interna con la Política Fiscal y con el Gasto presupuestario, que es el que produce un efecto expansivo, ”multiplicador”: el aumento del gasto provoca el aumento del consumo que a su vez provoca el aumento de la producción, y así sucesivamente.

Teoría General seguida también por los economistas Premio Nobel Samuelson, Stiglitz o Krugman. Teoría aplicada en EEUU por el presidente Franklin Delano Roosevelt, que gobernó desde 1933 a 1945. Una teoría expansiva, contraria a la restrictiva: ideología neoliberal de Schumpeter, Von Hayek o los “Chicago Boys” de Milton Friedman.

El capitalismo funcionó como un sistema económico de crecimiento y distribución de riqueza casi perfecto hasta 1980 con la llegada del presidente norteamericano Ronald Reagan.

Reagan desreguló la economía financiera asesorado por el economista Milton Friedman y los neoliberales de la Escuela de Chicago, los “Chicago Boys”. Desregulación seguida por la presidenta Margaret Thatcher y posteriormente por George W. Bush.

La desregulación hizo posible que la economía financiera estallase en la crisis que padecemos desde 2008, consecuencia de los bonos basura, la caída de Wall Street y el cierre de los Bancos de Inversión. 

Para salir de esta crisis, según Keynes, se debe actuar con el aumento de la Demanda Agregada, una Política Económica expansiva. La que llevó a cabo el presidente Obama en EEUU inundando de dólares la economía, en contra de la que se ha hecho en la UE.

La UE aplicó una Política Económica restrictiva, monetarista, de recortes, copago, aumento del IVA, menor salario, orientada por Angela Merkel y la “peste egoísta” neoliberal del FMI. La Política Económica restrictiva logró crecimientos del PIB en España, pero a costa de una devaluación interna, a costa de los españoles, aumentando las desigualdades.

Keynes también advirtió que el estado debe controlar las causas de las sucesivas crisis financieras “riesgo e incertidumbre”, controlar los mercados de inversión y no dejar a las finanzas campar a sus anchas para producir inestabilidades económicas. Keynes igualmente defendió cierto proteccionismo, no una globalización total que podría perjudicar a las economías nacionales.

Resumiendo. Se ha llegado a una situación en que las naciones occidentales no son capaces de controlar el capitalismo, que se limita sólo a aumentar las producciones pero no a solucionar la satisfacción de los ciudadanos. La desigualdad social aumenta año tras año. Los ricos cada vez más ricos controlan los recursos económicos. Los pobres, aun con trabajo, apenas pueden llegar a fin de mes.

El capitalismo necesita una parte de política social, buscar el crecimiento sí, pero no a costa del bienestar general de los ciudadanos. En cuanto se pierda la orientación social de la economía, el desastre está asegurado.

Todo lo que sea crear “riesgo e incertidumbre” sobre los mercados financieros y las finanzas, como puede ser la desregulación, eliminar leyes restrictivas al capitalismo financiero que el presidente Obama ha puesto a Wall Street, es posibilitar nuevas crisis.

Si el equipo del electo presidente, Donald Trump, por cierto de tendencia ultraconservadora, toma medidas de eliminar las leyes restrictivas, de control a la economía financiera, auguramos nuevas crisis sucesivas.

Comentarios