La caída en el número de refugiados en Alemania revitaliza a Angela Merkel

Angela Merkel durante un cónclave de su partido.
Angela Merkel durante un cónclave de su partido.

Para 2016 se reportó un 69% menos de refugiados en territorio alemán, una bocanada de aire para la canciller que buscará su reelección en septiembre de este año.

La caída en el número de refugiados en Alemania revitaliza a Angela Merkel

Luego de que en 2015 entraran a Alemania 890.000 solicitantes de asilo, la canciller de Alemania, Angela Merkel, tomó el tema como vital para su supervivencia. "Una situación como la de 2015 no puede volver a repetirse", proclamó en su momento Merkel frente a la militancia de su partido, el de la Democracia Cristiana. Las cifras reportadas este miércoles son un alivio para la mujer que aspira a reelegirse en su cargo para las elecciones de este año. Alemania recibió en 2016 a 280.000 hombres y mujeres solicitantes de asilo, un 69% menos que en el año previo.

El jefe del Ministerio del Interior, Thomas de Maizière, presentó esta estadística como la evidencia de que el Gobierno ha cumplido su propósito de controlar los flujos migratorios. Citó dos decisiones que resultaron clave en este punto: cerrar la ruta de los Balcanes y haber firmado un acuerdo migratorio con Turquía, avalado por la UE a instancias de la cancillería alemana. Lo que no declaró el funcionario es que el cierre de la ruta de los Balcanes que se atribuyó como un acierto fue una decisión que tomaron los Gobiernos de Austria y el resto de los países afectados en contra del criterio de la cancillería de Berlín.

Mientras las cifras mencionadas disminuían, Alemania recibió en 2016 696.000 solicitudes de asilo, un récord general desde que existen estadísticas. De Maizière aprovechó esos datos para rechazar las acusaciones de un brusco cierre de fronteras. "Ningún país occidental asume una responsabilidad humanitaria como la que muestran estas cifras. Alemania participa además como prácticamente ningún otro país en la financiación de campos de refugiados", apuntó.

El año pasado Alemania expulsó a 25.000 personas cuyas solicitudes de asilo fueron rechazadas, mientras que unas 55.000 regresaron a sus paises de forma voluntaria. "Estas cifras aún son demasiado bajas", reiteró el titular de Interior, que previamente había presentado una serie de medidas para acelerar las expulsiones.

Los 280.000 ingresos de 2016 están muy lejos del máximo anual de 200.000 que exigen los socialcristianos bávaros de la CSU. Esta demanda se le ha salido de control a Merkel en su intento por reconciliar a aquéllos con su propio partido (CDU), otrora partidos hermanos, y poder acudir juntos a las elecciones federales.

Aunque el frente abierto no tiene un epicentro estadístico sino más bien filosófico. El CSU quiere que se establezca un máximo anual de llegadas como evidencia del error que supuso la política de puertas abiertas durante la crisis migratoria de 2015. Die Kanzlerin no puede aceptar esta solicitud, porque la constitución de Alemania reconoce el derecho al asilo político, y no marca límites. Mas su negativa se explica en la siguiente razón: doblarse ante los bávaros sería reconocer que cometió un serio error de forma crónica durante año y medio. @hmorales_gt

 

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