A un Barcelona muy espeso lo para en seco el hijo de Zeus

Paco Alcácer. / RR SS
Paco Alcácer. / RR SS

A días del Clásico, el Barcelona sigue atascado. El partido de ida de los dieciseisavos de Copa entre los culés y el Hércules terminó con un gris empate.

A un Barcelona muy espeso lo para en seco el hijo de Zeus

De regreso a casa únicamente con el salvaje del honor gracias al gol de Carles Aleñá al 57, un juvenil de 18 años que ya es titular en el Barça B, y que es la última gran esperanza de la cantera blaugrana. Gol del juvenil para remontar un resultado adverso, ya que el Hércules se había adelantado con gol de David Mainz al 51.

El gol de Aleña evitó un verdadero ridículo, sus ganas y empuje hacían desentonar a sus compañeros, muchos de ellos jugadores ya consagrados en el fútbol español. En el primer minuto que estuvo en el campo, ya remató dos balones entre los tres palos, más de lo que hicieron muchos en Alicante.

El Hércules por un sueño

El Hércules continúa aferrado al sueño,  y se le ve como candidato serio al apreciar como aprovechaba las indecisiones de Borja López y los balones perdidos en el centro del campo barcelonista. Pero la ingenuidad, sumada a la imposibilidad de mantener el nivel de intensidad durante los 90 minutos, evitaron que lograra una verdadera hombrada.

La proximidad del partido contra el Real Madrid comienza a sentirse, y es necesario que el Barça esté consciente de que en caso de perder estará a 9 lejanos puntos del líder.

Comentarios