Squirt: tres posiciones ideales para provocar el chorro del placer femenino
Para hacerse con esta hazaña es importante darle especial protagonismo a la estimulación, a la comodidad, al erotismo y por supuesto a las posturas adoptadas en medio de la jornada sexual.
La eyaculación femenina o squirt es una práctica sexual relativamente nueva y poco conocida, que ha despertado el interés de mujeres y hombres por igual, en gran medida por el misterio que encierra y porque se traduce en el máximo placer que una fémina pueda experimentar.
Llegar al squirt no es sencillo. Para hacerse con esta hazaña es importante darle especial protagonismo a la estimulación, a la comodidad y al erotismo. Otro factor indispensable son las posiciones que se adopten para la jornada sexual. Veamos tres posturas ideales para provocar el chorro del placer femenino:
> Sentada sobre la pareja. Permite que la dama tenga el control sobre la velocidad, el ángulo, el ritmo y los movimientos. Esta posición es ideal para hacer estallar de erotismo a las mujeres, ya que con la misma se pueden utilizar las piernas y manos a la vez para conseguir un acto más placentero. Además, permite implementar una serie de movimientos variados, no solo hacia arriba y abajo, sino también hacia los lados, lo cual estimula más el clítoris y abre una ventana al squirt.
> Acostada sobre la pareja de espalda. Con esta postura el hombre y la mujer tienen mayor libertad para jugar con el clítoris y estimular el punto G de la fémina. Y a esto hay que sumarle que la posición invita a un encuentro más íntimo y estrecho, lo que se traduce en sensaciones más intensas.
> Con las piernas arriba. Permite inducir el orgasmo desde una posición más cómoda y relajada, que además es ideal para una penetración profunda que puede desembocar en el anhelado chorro de placer femenino.