Cuatro posiciones ideales para llegar al orgasmo

Una pareja. Favim.com
Una pareja. / Favim.com

Llegar al clímax del placer puede volverse cuesta arriba pero existen cierta posturas que facilitan la labor.

Cuatro posiciones ideales para llegar al orgasmo

El orgasmo es el anhelado tesoro a alcanzar de las mujeres. No es un secreto que para muchas féminas esta labor se puede torna cuesta arriba, lo cual resulta frustrante y entristecedor. Son muchos los factores que intervienen en la cruzada por conseguir un orgasmo, y entre los más destacables se encuentran las posiciones que se emplean. Veamos cuatro posturas ideales para llegar al clímax femenino:

> El misionero

Posición Misionero. RR SS

Posición Misionero. / RR SS

Clásico y funcional. La postura del misionero podría parecer la menos interesante de todo el Kamasutra, sin embargo, está comprobado que es también de la más efectiva para conseguir orgasmos. Por supuesto, junto con la posición debe combinarse un buen ritmo de penetración y un juego previo fascinante, que despierte las emociones y permita culminar el acto en la cúspide del placer.

> La mariposa

Posición Mariposa. RR SS

Posición Mariposa. / RR SS

En esta postura la mujer está sentada sobre su pareja y tiene control de los movimientos y el ritmo. Una de las mayores ventajas de esta posición es que permite un roce intenso e intimo entre los amantes, lo cual contribuye en gran medida a aumentar el deseo y la excitación.

> La X

Posición Tobillos Arriba. RR SS

Posición X. / RR SS

Más arriesgada e interesante. Consiste en que el hombre esté acostado de lado mientras la mujer permanece tumbada boca arriba y pasando sus piernas por encima de su cadera. Esta posición ayuda a conseguir el orgasmo ya que brinda el plus de que con ella la mano del hombre queda justo a nivel del clítoris, por lo que puede combinar la penetración con la masturbación para hacer estallar de placer a su compañera.

> Tobillos arriba

Posición Tobillos Arriba. RR SSS

Posición Tobillos Arriba.  / RR SS

Una posición ideal para facilitar la penetración. Con los tobillos descansando sobre los hombres de la pareja, la mujer brinda un mayor exposición de sus partes íntimas, lo cual no solo ofrece una vista privilegiada, sino que además aumenta la profundidad del coito y por ende, el disfrute.