Cuatro formas de superar las inseguridades sexuales

Inseguridad sexual. Vix
Inseguridad sexual. / Vix

Sentirse intimidado ante el sexo es más común de lo que todos creemos. Conoce algunas maneras de superar tus miedos en la intimidad.

Cuatro formas de superar las inseguridades sexuales

Los miedos e inseguridades frente al sexo son más comunes de lo que todos creemos. La mayoría los ha experimentado en algún momento de su vida, bien sea cuando recién se estrenan en la vida sexual o como consecuencia de algún mal episodio en la cama. Sin embargo, estas dudas representan un bloqueo que puede afectar en gran medida las relaciones íntimas, por eso te presentamos cuatro sencillas formas de hacer frente a las inseguridades:

> Convertirse en la prioridad. No solo en referencia a los miedos. Ser la prioridad debe ser siempre un objetivo a cumplir en las relaciones sexuales. No significa que no debemos preocuparnos por satisfacer a nuestra pareja, pero lo que no está permitido es ponernos en segundo plano. Además, es conveniente mantener en mente que si uno mismo no disfruta del acto, difícilmente el amante lo hará. La recomendación entonces es preocuparse más por la satisfacción propia, teniendo en cuenta que al aprovechar al 100% la sexualidad propia se puede satisfacer mejor a la otra persona.

> Practicar y practicar. Es cierto que la práctica hace al maestro, por eso para volverse un experto en el sexo, sin inseguridades o miedos, lo mejor es tener relaciones constantemente. Esto contribuye a desinhibirse y vencer las barreras que impiden el placer.

> Desnudarse más. Probablemente tus inseguridades responsan al hecho de que no te sientes a gusto con tu cuerpo. Por eso, el primer paso debe ser reconocerte, aceptarte y amarte. Adopta la costumbre de desnudarte. Ingenia un plan para desarrollar tus habilidades habituales sin ropa, camina por tu hogar desnudo, baila y canta, mírate en espejo. De esta forma comenzaras a sentirte bien con tu desnudez y el temor de que tu pareja te mire desaparecerá.

> Visitar al psicólogo. Si el problema ya alcanza unas proporciones más graves, no hay otra solución que asistir al especialista. No tengas miedo de exponer tus problemas a un experto y mantén en mente que en ocasiones, solo un terapeuta puede encontrar el origen del problema y ayudar a encontrarle una solución.