¿Vivimos encerrados en nuestra propia vida dando pie al chismorreo fácil?

Fotomontaje aparecido en las redes sociales con Obama espiando a Merkel.
Fotomontaje aparecido en las redes sociales con Obama espiando a Merkel.

Con la llegada de las nuevas tecnologías aparecen cientos de noticias falsas que nadie corrobora y se propagan a una velocidad inimaginable causando un enorme daño.

¿Vivimos encerrados en nuestra propia vida dando pie al chismorreo fácil?

Con la llegada de las nuevas tecnologías aparecen cientos de noticias falsas que nadie corrobora y se propagan a una velocidad inimaginable causando un enorme daño.

Cuentan que una mujer fue a confesar con san Felipe Neri porque le gustaba calumniar a sus vecinas. El santo la absolvió imponiéndole una curiosa penitencia. Debía ir hasta su casa, coger una gallina y llevarla hasta el confesionario desplumándola poco a poco. Cuando llegó hasta el confesor, éste le dijo que recogiera todas las plumas y volviera a colocarlas sobre el animal. Ella, asombrada, le explicó que eso era imposible ya que el viento se habría llevado muchas plumas y no podría cumplir el encargo. Eso mismo es la murmuración le respondió el santo. Es imposible retirarla una vez cometida... Valga esta anécdota para mi admirado Julio C.: Señor, no te fíes de Felipe, que Felipe que te la juega.

No parece que el chismorreo haya terminado en el siglo XVI. Con la llegada de las nuevas tecnologías y, en especial, de las redes sociales, las noticias se propagan a velocidad inimaginable —se vuelve viral dicen los posmodernos trasnochados—. Cada día, e incluso cada minuto, aparecen cientos de noticias falsas y que son reenviadas a todos los contactos de forma masiva vía Facebook, Twitter, Correo electrónico, WhatsApp... Es comprensible que el ciudadano de a pie caiga en el engaño, pero no es de recibo que un profesional no compruebe las fuentes ni su veracidad. Es el ¿periodismo? inmediato. El periodismo a golpe de clic.

El objetivo siempre es la calumnia. Se pretende zaherir bien sea a un partido político, a una marca comercial, en resumen, a un rival. Otra opción es insertar un texto acompañado de una foto y el supuesto nombre del autor. Aquí vale todo: Desde Paulo Coelho hasta el Papa Francisco pasando por cualquier celebridad. Nadie comprueba si es cierto. La conclusión es que estamos tan obsesionados con compartir nuestras vivencias a través del móvil que apenas si disfrutamos de nuestra vida. ¿Y si probáramos a jugar con nuestros hijos, a tomar una cerveza con nuestros amigos, a hablar de los problemas en la oficina con nuestro cónyuge y nos olvidamos de tantas zarandajas? Es decir, vivamos nuestra vida, apaguemos nuestros dispositivos y disfrutemos. 

Piensen. Sean buenos.

> La canción regalo de hoy no podía ser otra: The fly. Habla sobre la veracidad de los medios de comunicación. Alguien nos ha engañado diciéndonos que tenemos derecho a tener todo. Si quieren un consejo, cierren los ojos y pongan la música muy muy alta. Entonces déjense llevar donde les trasporte la canción. Con todos ustedes: U2: https://www.youtube.com/watch?v=ErW8D4F7uCU

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