Vidas quemadas que desnudan indiferencia y negligencia en Guatemala

Manifestación tras la muerte de 38 niñas en Hogar Seguro en Guatemala. / Nómada, Carlos Sebastian.
Manifestación tras la muerte de 38 niñas en Hogar Seguro en Guatemala. / Nómada, Carlos Sebastian.

“Ustedes no salen de aquí hasta que me hagan sexo oral”, la frase de uno de los abusos en un refugio estatal para menores en donde murieron calcinadas 38 niñas guatemaltecas.

Vidas quemadas que desnudan indiferencia y negligencia en Guatemala

Amenazas, acoso y abusos eran lo que vivían niños en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción bajo el "resguardo del Estado" en Guatemala. "Ustedes no salen de aquí hasta que me hagan sexo oral" es una de las frases que salieron a relucir cuatro años después de que en 2012 se diera esta escena. El periodista José David López de Plaza Pública escribió un reportaje que documentó los hechos que pintan ser inauditos. El docente fue llevado a prisión por este hecho en 2013, pero a pesar de ello el tormento en el lugar no se detuvo.

A esta denuncia periodística se le sumaron varias más de la Procuraduría de los Derechos Humanos, la Procuraduría General de la Nación, el Consejo Nacional de Adopciones, el Ministerio Público y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses; en donde señalaron las precarias condiciones en las que vivían los menores y los abusos cometidos por las autoridades dentro del establecimiento.

 Aunque la función del hogar seguro era resguardar a las niñas y niños que sufrían de violencia en sus hogares, neglegencias por parte de los padres, quedaban huérfanos o abandonados, todo quedó únicamente como ilusión para los pequeños porque desde el momento en que llegaban al lugar su vida corría peligro.

Muerte dentro de la prisión llamada hogar seguro

En 2014, la Fundación Sobrevivientes denunció la muerte de una menor a manos de otras internas que la asfixiaron dentro de un baño. Al año siguiente escaparon 40 niñas, el motivo de su fuga, aseguraron, fue por los golpes que recibían, la falta de comida y otros abusos de los cuales fueron víctimas.

Antes de la trágica mañana en que hubo un incendio dentro del hogar, el  Ministerio Público ya contaba con tres casos sobre explotación sexual que recibían de las mismas menores y surgia la posibilidad de que existiera una red a lo interno de la casa hogar. Por ello, la Procuraduría de los Derechos Humanos verificó las condiciones en que se encontraban los menores tras la muerte de la niña, los abusos cometidos y la fuga mencionada. Dicha oficina estatal sugirió el cierre y que se abriera una profunda investigación.

El personal de Derechos Humanos al ingresar para realizar las inspecciones se dio cuenta que hay habitaciones donde estaban los bebés y no tenían ventana, había baños quebrados y la alimentación que recibían los menores era mala.  Además, existía una mezcla de niños que habían delinquido junto a los que eran retirados de sus familias para resguardarlos y una sobrepoblación dentro del hogar. La casa tenía capacidad para 400 menores, pero ahí vivían 800 personas. Todo esto pasaba en un hogar bajo responsabilidad del Gobierno Central, pero la noche del martes 7 de marzo, de este año, cayó la última gota que derramó el vaso.

La trágica mañana

Una noche anterior unos 60 menores se amotinaron y fugaron. ¿Las razones? Los menores volvían a llamar la tención por los abusos. Hasta entonces parecía que todo se calmaría y se sumaría a un hecho visto con anterioridad. Por ejemplo hace cinco meses otras 45 menores huyeron con rumbo desconocido hasta ahora.

La tragedia tocó a la puerta. Alrededor de las 9 am del 8 de marzo las inconformidades de las menores volvieron a relucir. Un reporte preliminar de la Policía Nacional Civil y de la Fiscalía da cuenta que las menores protestaron y quemaron un colchón de una de las aulas en donde estaban encerradas con candado como castigo por la última fuga.

La Procuraduría de los Derechos Humanos señala que las menores pidieron auxilio y por eso el rescate habría tardado más pero ya era tarde. Muchas de las niñas se habían calcinado, otras tenían quemaduras de tercer y cuarto grado que salían en camillas del centro y a los alrededores padres y pobladores presenciaban el horror y gritos de las heridas.

19 niñas murieron dentro del lugar y el resto fueron trasladas a los hospitales públicos.  Por ello se responsabiliza directamente a la secretaría gubernamental encargada del lugar. Al cierre de esta nota 38 niñas habían fallecido, con el riesgo de que la cifra pueda variar.

La reacción gubernamental vs la de la sociedad

La respuesta del Organismo Ejecutivo encargada de dirigir la Secretaría de Bienestar Social fue destituir al director del Hogar Seguro. El presidente Jimmy Morales, quien se mantiene hermético ante la ante la prensa desde hace semanas, se limitó a decir que conforme avancen las investigaciones determinará si procede o no realizar otras remociones de cargos.Desde el Congreso y otras instituciones se piden destituciones, pero más allá de ello, prometieron iniciar una profunda investigación del caso. Por ahora las especulaciones sobran y poco es lo que se sabe del caso.

Desde la sociedad civil las muestras de solidaridad, rabia e indignación no tienen fin. Las redes sociales funcionan como catarsis y espacios de articulación para buscar soluciones al problema del cual los ciudadanos se sienten corresponsables.

El 8 de marzo, día que prometía ser histórico para revindicar los derechos de la mujer, se tiñó de negro. Desde el parque central, en el mismo lugar donde se botó a un gobierno hace dos años, las mujeres manifestantes encendieron centenares de velas por sus compatriotas que a diario pierden la vida violentamente, pero honraron a las niñas que soñaron y cuyas vidas se apagaron ese día.

Un día después del trágico acontecimiento, siguieron las manifestaciones. Ahora extendida a otras ciudades de importancia en el país. Frente a Casa Presidencial un grupo de organizaciones sociales utilizó muñecas y carbón para representar el miércoles de luto que parece interminable. Por la tarde dos colectivos juveniles denunciaron ante el Ministerio Público a las autoridades y pidieron esclarecer el hecho.

Al caer la noche, otra manifestación más numerosa se reunió frente al Palacio Nacional. Casi en simultáneo el Presidente ofreció una conferencia de prensa en la que solo permitió tres preguntas y no dejó que otros periodistas le preguntaran. El presidente Jimmy Morales ordenó el cierre del hogar y confirmó tres días de duelo nacional. A unos pocos pasos de él, la ciudadanía reaccionaba así: “No fue un accidente, fue una ejecución. El único accidente, es este presidente”. @mundiario

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* Esta información fue publicada en Distintas Latitudes por nuestro colaborador.

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