Verdades y mentiras sobre los piojos ahora que comienza el curso

Prevención de los piojos.
Prevención de los piojos.

Como cada año, en el inicio del curso escolar, una de las mayores amenazas para los papás empieza a rondar el ambiente. Los temidos piojos ya están aquí. Pero no todo lo que se dice de ellos es cierto.

Verdades y mentiras sobre los piojos ahora que comienza el curso

Arrancamos curso escolar y como cada año nos encontramos con unos visitantes no invitados. Y nada deseados. Los piojos.

Parece mentira que a estas alturas de la película sigamos hablando de ellos. Al hablar de los piojos, rápidamente se nos vienen a la cabeza imágenes de guerras pasadas, épocas con una deficiente higiene y sociedades poco cuidadas. Sin embargo, los piojos no dejan de aparecer año tras año. Aparecen en sociedades como la nuestra en la que el hambre y la nula higiene no hacen acto de aparición.

Hoy os quiero hablar de estos bichos tan detestables y de todo el mundo de rumurología que se ha creado en torno a ellos. Cuando un niño llega a casa infestado de piojos, el pánico empieza a acampar a sus anchas. El miedo al contagio y a no poder acabar con ellos (son realmente persistentes) hacen que la desesperación y la rabia haga mella en nosotros. Es cierto que los piojos saben sobrevivir y muy bien, llevan haciéndolo mucho tiempo. Sin embargo, se les puede ganar la batalla. El hecho de que haya reincidencias o recaídas se suele deber, en la mayoría de los casos, a un tratamiento deficiente o a un nuevo contagio por parte de algún que otro compañero que no ha sido tratado convenientemente. Cuando éstos sucede, los papás (sobre todo las mamás) ya no saben a donde agarrarse y tiran de viejas leyendas o remedios de la abuela. Remedios que, en su mayoría, no son nada efectivos y sí contraproducentes para la salud del cuero cabelludo de nuestros pequeños.

Verdades sobre los piojos

El contagio por piojos se suele dar con mayor frecuencia en niños de edad escolar. Esto es debido sencillamente a los hábitos que desarrollan estos pequeños. Debido a los juegos en el patio de recreo o a los estudios en horas de clase, los más pequeños suelen tener un contacto muy estrecho (las cabecitas bien pegadas) con sus compañeros de clase. Esto facilita al piojo su paso de una cabeza a la otra. En contra de lo que se piensa, los piojos ni vuelan ni saltan. Pasan de un pelo a otro por contacto directo.

El síntoma más característico de una infestación por piojos es el picor. Sin embargo, este picor puede tardar un tiempo en aparecer y dar tiempo a que el piojo deposite sus huevos (las liendres) en el cuero cabelludo. Por esta razón es importante que, una vez iniciado el curso escolar, se haga una revisión de las cabecitas de los niños todos los días, aunque no se quejen de picor alguno. Es importante revisar todo el cuero cabelludo, especialmente la zona de la nuca y detrás de las orejas. Estas zonas son las que presentan mayor temperatura en la cabeza, creando un ambiente idóneo para incubar los huevos de los piojos.

El tema de la prevención en los piojos es bastante controvertido y no hay muchos estudios que lo avalen. Sin embargo, en los últimos tiempos parece que existen unos “repelentes naturales” que están dando una cierta eficacia. La esencial del Árbol del Té o el Aceite de Citronella parecen actuar como repelentes de cara a los piojos, pero su eficacia es bastante controvertida.

Los tratamientos primarios con pediculicidas son bastante eficaces, pero no al cien por cien. Por eso siempre es recomendable repetir los tratamientos a los 7 días de haber realizado el primer tratamiento. En caso de no hacerlo, se corre el riesgo de que quede algún piojo vivo o alguna liendre sin desprender, lo que hace que volvamos a empezar y que todo el trabajo realizado no haya merecido la pena.

Estos tratamientos se han ido perfeccionando con el paso del tiempo. Antiguamente eran unos tratamientos muy agresivos que dañaban tanto el pelo como el cuero cabelludo de los niños. Hoy en día, no son agresivos y respetan el estado fisiológico del pelo. En las farmacias se puede encontrar una gran diversidad de productos. El farmacéutico sabrá aconsejarles el más adecuado para sus hijos.

Mentiras sobre los piojos

Debido a su gran resistencia y persistencia, las leyendas urbanas en torno a los piojos no han hecho más que crecer. Es importante conocer el ciclo reproductivo de los piojos y seguir al pie de la letra las instrucciones dadas en los productos pediculicidas, si queremos salir airosos de esta dura batalla.

Los piojos no tienen una especial apetencia por el pelo sucio. De hecho, si hay algo que les gusta, es el pelo limpio (ojo que les veo venir: no lleven a sus niños al cole como si hubieran salido de un estercolero pensando que así no se van a contagiar). Esta leyenda ha acompañado durante mucho tiempo al tema de los piojos. Ha hecho que muchos padres ocultasen que sus hijos estaban infestados por vergüenza de que la gente piense que no tienen la higiene adecuada en sus casas. Todo lo contrario.

Utilizar un pediculicida como preventivo no tiene efecto alguno. Los tratamientos contra piojos deben utilizarse exclusivamente en caso de infestación. Y siempre siguiendo las instrucciones tal y como nos lo explican.

Si mi hijo se contagia por piojos debo cortarle el pelo. Ni muchísimo menos. Es cierto que un pelo largo facilita el contagio, pero por eso no tenemos por qué cortarlo. Basta con que nuestras niñas lleven el pelo recogido en una coleta o en una trenza. Debemos recordar que el contagio se debe a un contacto directo cabeza a cabeza. Si el pelo es largo, el piojo tiene más posibilidades de engancharse. Pero si ese pelo va recogido se lo pondremos un poco más difícil.

Como ya se ha dicho anteriormente, los piojos ni vuelan ni saltan. No tienen alas, y sin alas no se puede volar. Y sus patitas (las he visto al microscopio) son de un tamaño tan pequeño que no van a ganar ningún concurso de saltos en las olimpiadas. Hay que decir también, que las liendres no contagian a nadie, son los piojos una vez que han salido del huevo los que contagian.

Por último, debemos decir que un contagio por piojos no es nada vergonzoso, es un tema de rabiosa actualidad y que ocurre en las mejores familias. Ante el primer síntoma o sospecha de infestación por piojos de nuestro hijo, debemos dar la voz de alarma en el colegio para intentar frenar cuanto antes esta epidemia y que no haya más casos. 

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