Las ventas de una librería de Nueva York benefician a personas sin hogar y con sida

Para los que somos amantes de los libros las librerías son parte de nuestra vida, allí donde vayamos buscamos una, nos quedamos pasmados ante sus escaparates, entramos y recorremos las mesas de las novedades, nos encanta también rebuscar entre las estanterías de nuestras secciones favoritas, estar allí perdidos entre hojas y letras, algunas tienen cafetería, poder saborear un delicioso café con nuestro recién adquirido libro hace que el mundo se detenga, nos sentimos en el paraíso. Una de las ciudades que conozco con unas librerías café maravillosas es Nueva York. Cuando estuve allí visité varias, podría citar muchas que me resultaron auténticas joyas pero citaré dos, una porque se ha convertido en mi librería favorita McNally Jackson y otra porque además de bella recaudan beneficios, destinados a enfermos de Sida/Vih y a gente sin hogar. Esta librería se encuentra en Manhattan, en el Soho, un barrio lleno de contrastes que a mí me enamoró.

Housing Works, tiene un encanto especial, donde el olor a café y el olor a libro viejo te atrapará. Está compuesta de dos plantas, también venden vinilos y películas, se usa además como galería de arte y tiene una sala de exposiciones que se puede alquilar para eventos privado, incluso para bodas. En ella puedes perderte horas, saborear su delicioso café o picar algo, es una librería donde reina el caos y desorden pero con un sabor a libro viejo irresistible. La mayoría de los empleados son voluntarios. Es ya una institución en el Soho, y se ha consolidado como un destino turístico, allí se realizan lecturas de escritores noveles(para así poder difundir sus libros), también hay conciertos y se representan obras de teatro. Sus actividades suelen ser gratuitas pero se pide un donativo para ayudar a las personas sin hogar y a los enfermos de Vih/Sida, Housing Works es una organización sin ánimo de lucro, sus libros, vinilos y películas, proceden de donaciones particulares. 

Comprar un libro o donar los que tenemos en casa para ayudar a personas que lo necesitan, hace que ame aún más la lectura. Los derechos humanos deben prevalecer ante todo. Con lo egoísta que muchas veces somos, sin mirar más que nuestro bienestar, vemos que hay gente que lucha por un mundo mejor desde su pequeño universo, y ese pequeño y bonito universo es una librería de la que me declaro fan incondicional, porque la satisfacción de estar entre libros es mayor, mucho mayor cuando es por esta causa.  La solidaridad debería estar tatuada en todos nosotros, el calor humano es el mayor lujo que hay.