13 de abril, día internacional del beso: de los tipos que hay, ¿cuál elegir?

Ataque de amor. Agustina Guerrero.
Ataque de amor, de Agustina Guerrero.

Hay muchos tipos de besos: invisibles, especiales, 'de los quince', los típicos 'dosbesos'... En el día internacional del beso, ¿tú con cuál te quedas?, se pregunta esta joven escritora.

13 de abril, día internacional del beso: de los tipos que hay, ¿cuál elegir?

Hay días internacionales de todo, de lo más insospechado. Pues bien, el 13 de abril es el día internacional de algo que, aunque puede pasar desapercibido, considero que es imprescindible para muchos momentos que se nos pueden presentar a cualquiera. El beso.

Lo admito, yo soy una adicta. Me encanta dar besos. Depende de quién sea el destinatario, un tipo u otro:

> Los besos a la familia, esos que suenan, que se dan fuerte. Aquellos que le daba a mi abuelo y él me decía “quieta, nena, que me despeinas”. Eran fuertes, es verdad. Echo de menos dar esos besos… mi padre tiene barba y mis labios no se pueden permitir dárselos con tanto énfasis. A no ser q se los dé en la cabeza, ya bastante despoblada de cabello; cosa que no le hace demasiada gracia, que no es un perro, me dice siempre.

> Los besos a amigos y amigas. Siempre acompañados de un buen abrazo, por supuesto. Aquí hay un tipo de besos que me gustan especialmente, que no soy yo quien los doy, sino quien los recibe, por fortuna. Sólo me parece bien que me los den un par de amigos, de los de toda la vida. No los veo muy a menudo y cuando tengo la suerte de cruzarme con ellos, al despedirse siempre me dan un beso en la frente. Lo sé, puede verse paternalista, pero a mí me hace sentir especial. Los dos besos en la mejilla están automatizados. Es una lástima, pero es así. Se le dan a cualquiera, sin mirar a quién. Ves a la persona que más odias de la ciudad y, por educación, tienes que malgastar dos besos en ella. Así que ¡arriba los besos “especiales” a los amigos que se quieren! A mí me gusta, cuando veo a mi hermana o a mis amigas, darles sólo un beso. Ya lo he dicho, los dos besos se han llevado a la perdición. No le voy a mostrar el mismo tipo de afecto a mi hermana que al amigo del primo de la novia de mi amigo, que lo acabo de conocer. No me parece justo. Aunque he de decir que me parece todavía peor los que he bautizado por “besos invisibles”. Seguro que todos tenéis la típica tía, abuela, vecina, amiga de la familia y/o un largo etcétera que sólo te arrima la cara. ¡Qué engaño más gratuito! Ganas me dan de decirles “tengo la cara limpia, eh”.

> También están los besos a gente que tenías muchas ganas de ver. Besos acelerados, que ya no es que dés dos, das ochocientos. No queda centímetro de cara sin cubrir. Además, un movimiento rápido y desproporcionado de los brazos, que no saben ya por dónde agarrar al destinatario e incluso los pies toman vida propia, intentando engancharse sin remedio en la cintura de la víctima. Son algo ridículos visto desde fuera. Yo, normalmente, los vivo en primera persona, soy así. Luego me da algo de vergüenza, pero, de esta manera, se intuye perfectamente cuántas ganas tienes de ver a la otra persona. Igual hago sentir a la gente especial, como me pasa a mí con los besos paternalistas en la frente, o a lo peor los hago sentir violentos. No lo sé…

> Otro tipo que me hace sonreír todos los viernes por la noche es el de “los quince”. Una vecina se despide efusivamente, en el portal, de su novio. Besos mojados, con énfasis elevado a infinito y con mil brazos. Siempre entro silenciosa, para no molestar, que aprovechen de su momento, luego se odiarán. Si supiera esa “casi chica” que dentro de unos días – no sé cuántos, pero estoy segura de que no muchos – uno de los dos meterá la pata y el otro quedará desolado tres días llorando en la cama, con su madre llamando a la puerta cada media hora, preguntando con voz melosa si está bien. Todos hemos pasado por eso. Después te haces algo más mayor y esos besos, siguen teniendo énfasis, son geniales, pero aquellos crees que son tan especiales que te hacen sentir genial, la más querida del planeta. Conque, haciendo lo contrario que mi hermana, que le da las buenas noches y entra en casa llorando de la risa diciendo que les acaba de cortar el rollo, entro casi en cuclillas en el portal de mi casa.

Como fan número uno de los besos, aconsejo que aprovechéis cualquier oportunidad para regalar uno a quien se lo merezca. Es una manera fácil de demostrar cariño, sin necesidad de dar explicaciones. Hay quien tiene la costumbre de llamarme ñoña, moñas o cosas similares, pero simplemente me parece que hay que demostrarle cada día a la gente que quieres tu cariño. Es tétrico, pero nunca sabes lo que puede pasar. Yo no me pienso quedar con amor en el bolsillo, que dentro del cementerio nadie lo necesita. @reipardorguez

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