La Transición ya no es lo que era: Bárbara Rey y la libido de un monarca

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Bárbara Rey./ Ángel de Antonio

Que ahora Ok Diario revele que aquel rumor de Bárbara Rey y un monarca era verdad lapida la fantasía erótica y morbosa de la Transición.

La Transición ya no es lo que era: Bárbara Rey y la libido de un monarca

España ya no es la misma. España se queda sin España. España se queda sin la historia de las vedettes, sin el misterio de las alcobas, sin la leyenda negra, sin ese runrún que corría por los mentideros de los pueblos y las urbes donde Paco Martínez Soria era un extranjero y Manolo, guardia urbano, dirigía el tráfico de tropas de seiscientos.

Ahora parece que es cierta aquella leyenda que explicaba el magnetismo de Bárbara Rey, su pose de diva caduca y, no, por ello, menos legendaria. No es necesario hablar de la catadura moral de algunas instituciones si la cosa fuera cierta. Todo apunta a que sí. Presuntamente y, presuntamente, el Rey Felipe lo va a tener más difícil que lo tuvo su padre y muchos políticos de la Transición.

Con el caso Nóos, con el afán secesionista, con una precipitada abdicación de su progenitor, nuestro monarca se encuentra en una de las peores crisis de imagen que pueda tener una institución a nivel nacional e internacional.

Eso me preocupa, pero me preocupa que sea verdad el runrún y que ya no haya más misterio detrás de la vedette, ni más misterios en la España que a mí tanto me gusta, la España de Valle-Inclán y la del tremedismo.

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