Squirt: la 'petit mort' del placer sexual, revolución de la sexualidad femenina

El arte del Squirt.
El arte del squirt.

El squirt se ha convertido en la nueva revolución del placer sexual femenino, logrando que muchas prácticas sexuales hayan cambiado provocando un nuevo interrogante: ¿cómo conseguir alcanzarlo?

Squirt: la 'petit mort' del placer sexual, revolución de la sexualidad femenina

El squirt se ha convertido en la nueva revolución del placer sexual femenino, logrando que muchas prácticas sexuales hayan cambiado provocando un nuevo interrogante: ¿cómo conseguir alcanzarlo?

Es irónico pensar en la evolución de la sexualidad femenina a lo largo de los años. En un principio se llegó a pensar que las mujeres no teníamos orgasmos, que solamente estábamos destinadas a ser una especie de “recipiente” para los hombres con el fin de perpetuar la especie. Hasta que en en los años 50 y 60, William Masters y Virginia Johnson protagonizaron una de las investigaciones más fructíferas y populares sobre el sexo femenino. Descubrieron que las mujeres alcanzábamos orgasmos sin necesidad del órgano masculino y que muchas mujeres podíamos ser multiorgásmicas! Desmitificaron lo que Freud había catalogado como “orgasmos inmaduros” a aquellos procedentes del clítoris y descubrieron que esta poderosa estructura a diferencia del pene, solamente tenía como finalidad la de dar placer a la mujer siendo una estructura tan grande a nivel interno como la del miembro masculino, incluso se podría decir que es el “pene femenino”. A pesar de los continuos hallazgos, el sexo en la mujer no deja de sorprender al mundo y es en 2001 cuando se descubre que tenemos una próstata femenina capaz de hacernos eyacular por la uretra como a los hombres, el denominado squirt.

El squirt o eyaculación se forma en la próstata femenina localizada en el Punto G de la zona vaginal. El Punto G es una zona rugosa que se encuentra justo detrás del hueso púbico, en la pared anterior de la vagina. Se diferencia de las demás paredes vaginales por tener mayor sensibilidad que el resto y por ser rugosa. La existencia de la famosa Zona G se debe a que el clítoris se extiende hasta 8 cm en el interior de la vagina contando con más de 8.000 terminaciones nerviosas y formando lo que se puede denominar como un “pene femenino” o “pene interno”. Las folículos que se encuentran en la próstata femenina se denominan glándulas de Skene produciendo la eyaculación femenina o el famoso Squirt. El doctor Francisco Santamaría Cabello en su estudio realizado en 2001 descubrió que la eyaculación puede ser a nivel externo provocando una explosión de líquido, el gran conocido Squirt o a nivel interno, depositándose en la uretra. Por lo que antes de comenzar a explicar cómo se puede lograr alcanzar la eyaculación femenina, debemos tener en cuenta que todas eyaculamos sea a nivel exterior o a nivel interior y que el eyacular hacia fuera no conlleva un mayor placer.

Os recomiendo para que os conozcáis mejor, buscar imágenes del clítoris en toda su extensión ya que recorre a nivel externo toda la vagina hasta su interior introduciéndose en ella hasta 8 cm, de esta forma comprobaréis que lo que se ve a nivel externo es solo la punta del iceberg. Realmente sorprendente como este órgano que solamente se ha creado para proporcionarnos placer es tan enorme y productivo!

Debemos tener en cuenta que cada mujer es única y diferente al resto. Somos un universo diferente por lo que lo que aquí exponga no tiene por qué cumplirse en todas y cada una de nosotras. Simplemente te voy a exponer lo que puedes hacer si quieres lograr alcanzar el squirt y tú libremente decidirás si te apetece o no probarlo. Los ejercicios básicos para lograr el squirt se han fusionado teniendo en cuenta las propuestas de Deborah Sundahl, gurú de la eyaculación femenina, Annie Sprinkle, actriz porno y Alice K. Ladas, terapeuta sexual e investigadora:

1. Primero de todo se debe empezar por la estimulación del clítoris a nivel externo. Se necesita la previa estimulación de esta zona para que el Punto G sea más palpable a nivel interno y se note más rugosidad. Incluso algunas mujeres necesitan la estimulación conjunta del clítoris con el Punto G para llegar al squirt.

2. Después de un tiempo se introduce el dedo corazón y el índice en la vagina, con la palma de la mano hacia el ombligo, es decir hacia arriba ya que el Punto G está justo detrás del hueso púbico. No hace falta que introduzcas los dedos completamente, ya que el Punto G se encuentra a unos pocos centímetros de la entrada. De todas formas como ya he mencionado cada mujer es un mundo por lo que debes buscar el tuyo. Lo encontrarás cuando notes una zona rugosa diferente a las demás paredes que son lisas.

3. Debes masajear el Punto G hasta lograr que se hinche un poco. Se recomienda hacer movimientos circulares sobre la zona, cambiando la presión que se ejerce sobre él más fuerte o más ligera, toques más o menos rápidos, empujando hacia el hueso púbico. La mejor forma de estimularlo la decides tú.

4. Para facilitar el Squirt se recomienda contraer de manera intermitente los músculos pubococcígeos, que son los músculos de la vagina y de la uretra. Esto ayuda a que el clítoris responda mediante el orgasmo y se produzca la eyaculación.

5. A medida que la excitación aumenta, aumenta la presión y los movimientos en el Punto G. Realiza los movimientos de Kegel que consisten en levantar las caderas a la vez que se contraen las nalgas. Intenta llevar un ritmo constante para que la sensación no se debilite.

6. Finalmente, a medida que realizas los movimientos de Kegel, la contracción, los movimientos y presión en el Punto G estimula el clítoris ya sea directamente o sobre los labios mayores de forma indirecta. Céntrate en esa sensación, en esa estimulación y deja que la mente fluya sin pensar en nada más, es la mejor forma de lograrlo y poder disfrutar plenamente de la experiencia.

Otra posibilidad es la de la estimulación del Punto G combinada con el sexo oral, el cunnilingus. Algo a tener en cuenta es que es más fácil estimularlo manualmente que con el órgano masculino. El pene necesita ser curvo hacia el ombligo para poder estimular esta zona y aún así es complicado que ejerza la presión necesaria para causar el deseado squirt. Si no logras alcanzarlo esta vez no te preocupes, es un ejercicio de práctica continuada y de conocimiento. Se necesita ejercitar los músculos e intentarlo varias veces hasta que se logra. Además, no tienes que frustrarte si no lo consigues, el Squirt es más conocido por su espectacularidad que por su nivel de intensidad.

Debemos tener en cuenta que el campo de la sexualidad femenina es muy amplio teniendo multitud de matices y multitud de prácticas diferentes pero algo que está claro es que todas las mujeres podemos disfrutar de un orgasmo como dice Naomi Wolf “es una maquinaria innata, pero todo el mundo no la conoce lo suficientemente bien para hacerla funcionar”. Hemos luchado mucho a lo largo de los años para llegar a donde estamos y este es uno de los mejores momentos en los que podemos disfrutar de sentirnos libres, de querernos, de ser mujeres independientes con un gran futuro por delante, de experimentar nuevas cosas y por qué no...entre nosotras, ¿qué te parecería probar esta nueva experiencia sexual? @Raquel_Grana

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